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EL ESTE CAMBIA

Shevardnadze acusa al Ejército soviético de torpedear el desarme

Pilar Bonet

El ministro de Asuntos Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, acusó ayer veladamente a los militares de torpedear los acuerdos internacionales de armamento al ocultar a la dirección de la URSS que el radar de Krasnoiarsk violaba el tratado ABM con Estados Unidos, que data de 1972. Shevardnadze, que informó sobre las directrices de la política exterior de la URSS al Parlamento, no nombró directamente a los militares, pero su argumentación favorable a la continuidad y consolidación de la política exterior de Mijaíl Gorbachov no dejó lugar a dudas.

"Durante cuatro años nos acusaron de que esta estación [Krasnoiarsk] violaba el trata do ABM, pero ( ... ) la dirección del país no se enteró en seguida de toda la verdad y toda la historia", afirmó Shevardnadze ante un auditorio que incluía una buena parte de los miembros del Politburó. Entre los asistentes estaba el jefe del Comité de Seguridad del Estado, Vladimir Kriuchkov, y entre los ausentes, el ministro de Defensa, Dmitri Yazov."Finalmente nos convencimos", continuó el ministro, "de que, en efecto, esta estación se construyó donde no se debía. Todos estos años mantuvimos y mantenemos una lucha por la salvaguardia del tratado ABM como base de la estabilidad estratégica. Buscamos argumentos, nos enzarzamos en complicadas discusiones sobre la interpretación de los artículos del tratado, hicimos propuestas, y al mismo tiempo, he aquí que ahí se alza esta estación, del tamaño de una pirámide de Egipto, evidenciando una directa, abierta violación del tratado. Finalmente hemos puesto punto y final a esta historia. Declaramos que desmontamos esta estación ( ... ) Salvamos el acuerdo ABM. Abrimos el camino a un acuerdo sobre armas estratégicas".

Divergencias diplomáticas

El litigio en torno al radar de Krasnoiarsk se cerró el pasado diciembre, cuando la URSS accedió a desmontar las instalaciones del radar que, según EE UU, violaban el tratado ABM. Sin embargo, Shevardnadze trató las dificultades de la diplomacia soviética como un producto de divergencias entre los implicados en ella. La intervención del ministro se realizó en un ambiente de tensiones por la reestructuración en las fuerzas armadas. El líder, Mijail Gorbachov, y el ministro de Defensa, Dimitri Yazov, intervinieron en una reunión del Consejo de Defensa la semana pasada, y según fuentes militares, demostraron divergencias en su enfoque, especialmente en la política de altos mandos. La entrada de las tropas soviéticas en Afganistán violó la legislación propia y la ética del partido y civil, manifestó Shevardnadze, asegurando que tanto él como Gorbachov, siendo ambos miembros suplentes del Politburó en 1979, se enteraron "por la radio y los periódicos" del envío de las tropas a Afganistán.Los oficiales soviéticos, por su parte, se apresuran estos días a organizarse para defender sus derechos, una larga lista de reivindicaciones que va desde la democratización del Ejército al aumento de sueldo, pasando por la reestructuración de las fuerzas armadas.

El pasado fin de semana, más de 400 personas, entre ellos 200 oficiales en activo, asistieron a una asamblea constituyente de Shehit, (El Escudo), el primer sindicato del Ejército soviético, cuyo presidente honorario es el general retirado Matveiev Shaposhnikov, quien se negó a disparar sobre los obreros en las revueltas de Novocherkas en 1962.

[Más de 20.000 mineros de la región carbonífera siberiana de Kuzbass llevaron ayer a cabo una huelga de dos horas en desafío de la prohibición establecida por votación del Parlamento soviético hace un mes, informa Reuter.]

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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