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Interior investiga el presunto suicidio de un iraní que iba a ser expulsado de España

El Ministerio del Interior inició el pasado 19 de octubre una investigación, que permanece abierta, sobre las circunstancias que rodearon el caso del iram que supuestamente se suicidó para evitar ser expulsado a su país de origen, de donde había huido en 1982. El departamento que dirige José Luis Corcuera está revisando expedientes tras las acusaciones de diversos organismos que apuntan que con la orden de expulsión, dictada por la Delegación del Gobierno, se incumplió un artículo en el que se imposibilita entregar a un ciudadano al país de donde huyó por serios motivos de persecución.

De momento, los portavoces oficiales del citado ministerio reconocen haber recibido cartas del Defensor del Pueblo, de Amnistía Internacional y de organismos de ayuda a refugiados solicitando una investigación que se inició 24 días después de que el iraní Motjaba Shattah se lanzara desde un octavo piso. Los portavoces consultados aseguran que no se ha recibido ninguna carta que solicite una entrevista con el ministro, José Luis Corcuera, para tratar este asunto.Sin embargo, la Comisión Española de Ayuda a Refugiados (CEAR) envió, a través de un mensajero, un escrito dirigido al ministro Corcuera el pasado día 2 de octubre para exponer el caso de Shattah. En la citada misiva se especificaba la urgencia de la petición" para comunicar "el progresivo deterioro legal y psíquico que afecta a las personas objeto de expulsión".

Dentro de los escritos que Interior reconoce haber recibido tampoco se cita uno que las Naciones Unidas, desde su sección de Alto Comisionado para los Refugiados, envió además a otros dos ministerios poniendo de relieve su preocupación "al comprobar que se adoptaron medidas que están en discrepancia con la ley reguladora del derecho de asilo y de la Convención de Ginebra para devolverlo [a Motjaba Shattah] por la fuerza a su país de origen".

Naciones Unidas solicita a Interior que "se examine cada caso de expulsión con todo detenimiento" con el fin de evitar casos como "esta muerte innecesaria, que muestra los profundos sentimientos de temor que las personas pueden albergar respecto a su situación personal en su país de origen, que pueden llevarlos al extremo de ver afectada su estabilidad emocional".

El caso de Motjaba Shattah,de 39 años, que presuntamente se suicidó al lanzarse desde el octavo piso de su casa en la calle de Tembleque cuando la policía le acompañaba a recoger sus enseres personales antes de ser recluido en el centro de internamiento de extranjeros de Moratalaz en espera de ser expulsado a Irán, está siendo objeto de una investigación judicial. Se trata de determinar en qué lugar se encontraban los policías que supuestamente le custodiaban, si el iraní llevaba esposas. Para ello es necesario que se obtengan los resultados de la autopsia, que, según las fuentes consultadas, -todavía no ha sido concluida.

Organizaciones como CEAR y ACNUR intentaron evitar que la expulsión del citado extranjero se llevara a cabo, comunicando que el artículo 17.2 de la ley de Refugio y Asilo le amparaba, al reconocer que la expulsión "no podrá efectuarse a un país donde la persona expulsada pueda tener motivos fundados para temer persecución o castigo".

Los escritos remitidos por los gabinetes jurídicos de organismos de ayuda al refugiado y dirigidos a la delegada del Goberno en Madrid, Ana Tutor, no obtuvieron respuesta. Siete días después el iraní se lanzaba al vacío.

Shattah llegó a España en 1982 huyendo de Irán a través de Pakistán y solicitó estatuto de refugiado. Posteriormente regresó a Pakistán para tratar de localizar a su familia, que había huido de Irán, donde habían sufrido persecución por parte de la guardia revolucionaria. Para poder salir de España tuvo que renunciar a la solicitud que había presentado. Posteriormente, al perder vigor su pasaporte, no fue admitida a trámite su segunda sol¡citud. Durante los seis años en los que permaneció en situación irregular en España no constaque cometiera actos delictivos.

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