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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Un pragmatismo que no sea grosero

El enigma de los intercambios comerciales entre unidades económicas, tengan o no estructuras productivas diferentes, se explica en economía recurriendo a la teoría clásica de la ventaja comparativa. Según la teoría, el comercio es mutuamente beneficioso para ambas partes, aun cuando una de ellas pudiera producir todas las mercancías más baratas que la otra. Samuelson y Nordhaus explican esta paradoja recurriendo a la parábola del abogado y la secretaria: si en una ciudad existiera un abogado que fuera mejor que los demás y también el más eficiente mecanógrafo, sus ingresos serían mayores si se dedicara exclusivamente a la abogacía y contratara a una secretaria-mecanó-grafa en lugar de atender las dos actividades. Lo mismo cabe decir de la mecanógrafa, pero a la inversa.Generalizando la parábola, podemos decir que la producción de todos los países del mundo será mayor si actúan adaptándose a los dictados de la ley de la ventaja comparativa que si no lo hacen.

No parece, por tanto, que haya que contar con la probada preparación del profesor Schwartz para percatarse de laextraordinaria capacidad que tiene el mercado para aumentar la producción y para mejorar la situación de los agentes. Acontece, sin embargo, que se olvida con demasiada facilidad que el abogado-mecanógrafo que ha de elegir para aumentar sus ingresos se especializa en aquella actividad que está mejor remunerada, dejando para la secretaria la mecanografia. Por supuesto que la secretaria hará lo mismo, dejando para otra persona oficios peor pagados. El sistema de mercado aumenta la producción, pero también las desigualdades iniciales entre las partes. El debate está en la derecha sólo parcialmente. El modelo socialista no es el único que ha intentado ofrecer una alternativa viable al problema de las crecientes desigualdades que provoca el sistema de mercado. Es tan sólo el más elaborado, por el momento, y muchos esperamos que se perfeccione en el futuro como contrapunto ineluctable del sistema de mercado. Por esta razón esperamos y deseamos que el debate se sitúe también parcialmente en la izquierda. Una parte bastante significativa del electorado espera que opiniones como la de Pedro Schwartz (El debate está en la derecha, EL PAÍS, 9 de octubre) se enfrenten a otras como la de Anthony Burgess (De la década Thatcher, EL PAÍS, 10 de octubre). Esperamos que la campaña no se convierta en esa "aburrida colección de improperios" a la que se refiere Juan Luis Cebrián. Pragmatismo, sí, pero no grosero-

. Investigador del CSIC. Madrid

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