La Asociación Mundial de Psiquiatría readmite con condiciones a la URSS
La Asociación Mundial de Psiquiatría (WPA) readmitió ayer a la organización oficial de psiquiatras de la URSS por 291 votos a favor, 45 en contra y 19 abstenciones. Sin embargo, según declaró un portavoz de la WPA a la agencia France Presse, el reingreso está sujeto a condiciones. Cada año una comisión especial examinará si existen todavía abusos psiquiátricos en ese país, hechos que motivaron su expulsión en 1983. Ésta ha sido la cuestión central del VIII Congreso Mundial de Psiquiatría, que se celebra esta semana en Atenas, con asistencia de 7.000 profesionales.
La expulsión de los psiquiatras oficiales soviéticos se produjo a raíz de las denuncias de que habían colaborado con las autoridades de su país en la represión política contra disidentes.Durante los últimos ocho días se han sucedido las conferencias de prensa para atacar o defender a la asociación soviética. Seymon Gluzman, Anatoly Koryagin y Algirdas Statkevicius, psiquiatras soviéticos disidentes y la Asociación Internacional contra la Utilización Política de la Psiquiatría (IAPUP) han encabezado los ataques contra la posible readmisión.
"Torturas físicas y psíquicas, utilizando sustancias químicas destructivas y dolorosas, han sido empleadas contra muchas personas absolutamente sanas e inofensivas que fueron internadas como prisioneros en clínicas psiquiátricas de la URSS", declaró Statkevicius.
"Durante los siete años que yo vivido, enfermo en clínicas psiquiátricas, no he visto jamás un prisionero político que haya estado realmente enfermo o que fuera socialmente peligroso", añadió Statkevicius.
Sin garantías
El secretario general de la IAPUP, Robert Van Voren, que se había opuesto al retorno de la asociación soviética a la WPA ha afirmado: "Los cambios en la psiquiatría soviética no tienen base sustancial y no garantizan el cese en el abuso político de la psiquiatría.La Sociedad Internacional para los Derechos del Hombre (ISHR) se pronunció también contra la readmisión. Su presidente en Grecia, Gerassimos Apostolatos, denunció los internamientos psiquiátricos en la URSS por razones políticas o religiosas. Según cifras oficiales, indicó Apostolatos, alrededor de dos de los cinco millones considerados como perturbados, no padecen ninguna enfermedad mental. Sin embargo, y de acuerdo con datos facilitados por organizaciones soviéticas independientes o disidentes, las cifras de enfermos han sido, en realidad, duplicadas.
Representantes de la Asociación de Psiquiatras de la URSS y portavoces del Ministerio de la Salud y de Asuntos Exteriores participaron el lunes en una rueda de prensa de tres horas en la que realizaron una autocrítica y defendieron los progresos obtenidos por la perestroika. Todos ellos aseguraron a la comunidad internacional que soplan nuevos vientos en la URSS.
Los psiquiatras oficiales soviéticos han reconocido en primer lugar que eran ciertos los abusos denunciados, que en ocasiones los internamientos eran especialmente duros y que en multitud de ocasiones, los enfermos eran abandonados y maltratados.
Yuri Reschetov, portavoz oficial soviético destacó que ha habido cambios importantes, que los psiquiátricos de su país están abiertos a los expertos occidentales, y que es de justicia la vuelta de los psiquiatras soviéticos a la WPA.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.