Rechazo cristiano del calendario árabe para que Siria se retire de Líbano
Los diputados libaneses reunidos en Talf (Arabia Saudí) alcanzaron en la madrugada de ayer un acuerdo de principio sobre un proyecto de reformas políticas para su país. El anuncio de ese pequeño avance, tras 13 días de intensas reuniones, generó un optimismo que llevó a algunas fuentes a hablar de aceptación por parte de los parlamentarios cristianos de un calendario árabe para la retirada siria. No hubo tal. Además, la insistencia de algunos representantes en reclamar la inmediata abolición del confesionalismo obligó a posponer la cita del comité encargado de la redacción del preacuerdo, poniendo en peligro ese logro.Entre las novedades que recoge el proyecto cuya redacción estaba prevista ayer, destaca la pérdida del jefe del Estado (maronita por tradición) del derecho exclusivo a convocar el Consejo de Ministros. El Gobierno continuará dirigido por un musulmán suní, pero contará con igual número de ministros cristianos y musulmanes. Se mantenía sin embargo el desacuerdo en cuanto al número de diputados con que deberá contar el Parlamento y la duración del mandato de su presidente, un musulmán shií.
No ha prosperado en Talf la petición efectuada por los drusos para que se cree un Senado, lo que ha llevado al líder de esa comunidad, Walid Jumblat a minimizar los logros de la reforma.
El acuerdo, que debe someterse a la aprobación de los diputados reunidos en sesión plenaría, no aborda el asunto de la salida de las fuerzas sirlas de Líbano. De ahí su debilidad. En este sentido, el líder de las milicias cristianas, el general Michel Aoun, volvió ayer a criticar la realización de reformas constitucionales sin que los sirlos hayan abandonado antes el país.
Para los diputados cristianos, el documento preparado por el triunvirato árabe es un "todo indisociable". "Si una parte de este acuerdo no se realiza, todo fracasa, incluso el consenso que eventualmente se hubiera podido alcanzar en sesión plenaria sobre una de las partes", explicaba ayer uno de los diputados.
En definitiva, que mientras no se alcance un compromiso sobre el repliegue sirio cualquier texto sólo será papel mojado.
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