Los comunistas húngaros abren su congreso de ruptura
El Partido Socialista Obrero Húngaro (PSOH) inaugura hoy en Budapest un congreso extraordinario de¡ que se espera la ruptura oficial con su pasado comunista. Se perfila claramente ya el cisma entre un nuevo partido de tendencia socialdemócrata y una organización comunista conservadora.
El congreso, dieciseis meses después de la conferencia nacional del PSOH, que puso fin a la "era de Janos Kadar" e inició el vertiginoso proceso democratizador húngaro, estará dominado por la necesidad de un profundo cambio de programa, imagen y estructura para afrontar con alguna posibilidad de éxito las primeras elecciones generales libres que se celebrarán en Hungría en la primavera próxima. Antes aún que el partido comunista de Polonia (POUP), el PSOH se enfrenta al objetivo de liquidar todo su lastre dictatorial bajo la presión de la opinión pública de la sociedad, irreconciliable ya con la herencia comunista.La dirección del PSOH, encabezada por su presidente, Rezso Nyers, propugna la redacción de nuevos estatutos y establece como programa político un sistema pluralista parlamentario con una economía * de mercado, la renuncia de su intervención en las estructuras del Estado y la administración, la división de poderes hacia un Estado de derecho y la revisión de la estructura del Pacto de Varsovia.No obstante, esta dirección, dominada hoy por los reformistas, se enfrentará en el congreso a grupos que intentan frenar las reformas para salvaguardar sus intereses en la administración y en la economía y a grupos de ortodoxos comunistas hostiles a los cambios por motivos diversos, entre ellos ideológicos."Desde abajo"Los reformistas intentarán hacerse con el grueso de los delegados no adscritos a tendencias para imponer "desde abajo" la creación de un partido socialista democrático. "Somos conscientes de que no hay ejemplo histórico para la transición pacífica desde la dictadura socialista a un socialismo democrático basado en la economía de mercado. Este objetivo no puede lograrse copiando modelos extranjeros y aplicando ideologías abstractas", señana el manifiesto publicado en agosto por el PSOH.
Los 1.270 delegados que se reunirán en el Palacio de Congresos de Budapest están integrados en numerosas tendencias oficiales prohibidas anteriormente en el partido¡ La corriente más estructurada y numerosa es la "reformista democrática", dirigida por Irrire Pozsgay, que cuenta con 300 delegados inscritos y aboga por la creación de un nuevo partido socialdemócrata.
En medios políticos de Budapest se da por casi segura, y siempre deseable, la ruptura del partido. No obstante, dependerá de dónde se produzca el cisma en el amplio espectro, ideológico del partido, el que las fuerzas reformistas, integradas hasta ahora en el PSOFI, puedan acudir a las urnas en 1990 con posibilidades de no quedar convertidas en una fuerza minoritaria.
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