_
_
_
_

El Grupo de los Siete se compromete a intervenir para estabilizar el dólar a los niveles actuales

Enric González

El grupo de los siete países más industrializados del mundo (G-7) considera que la subida del dólar en los últimos meses "no se corresponde con los fundamentos económicos a largo plazo" y que un alza de la divisa estadounidense "por encima del nivel actual" o "una caída excesiva podría afectar negativamente a las perspectivas de la economía mundial", por lo cual dichos países acordaron "cooperar estrechamente en los mercados de cambio". El comunicado oficial emitido el sábado por la noche tras la reunión de los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los siete grandes expresó también su "firme apoyo" a las reformas económicas y políticas emprendidas en los países del este europeo.

La reunión del G-7 (Estados Unidos, Japón, República Federal de Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) celebrada el sábado en Washington, duró casi ocho horas, bastante más de lo previsto. Y ello se debió, según el ministro japonés Riutaro Hashimoto, a "la necesidad de coordinar puntos de vista y de precisar los detalles del comunicado". El texto, sin embargo, no difería sustancialmente del emitido tras la reunión que los mismos ministros celebraron en abril. Entonces se decía que "un alza del dólar socavaría los esfuerzos de ajuste [de los desequilibrios externos] y una caída excesiva sería contraproducente", por lo que expresaron igualmente su compromiso de "cooperar estrechamente en los mercados de cambio". En abril, el dólar se cambiaba por 140 yenes y 1,9 marcos. El viernes pasado, su cotización estaba en 145 yenes y 1,9 marcos. La situación actual es, pues, similar a la de cinco meses atrás. Pero en esta ocasión el comunicado, cuyos sutiles matices son objeto de apasionados comentarios, fue más conciso en sus recomendaciones.Mientras en abril se mencionaba de forma vaga la necesidad de que Estados Unidos redujera su déficit fiscal para moderar los desequilibrios externos y monetarios y controlar la inflación, en el comunicado de este fin de semana el G-7 expresó su apoyo a "los esfuerzos de los Estados Unidos para reducir el déficit de su presupuesto federal mediante la aplicación de medidas que permitan alcanzar los objetivos de la ley Grann-Rudnan-Hollings". Una mención tan concreta a dicha ley, aprobada durante el segundo mandato de Ronald Reagan con el objetivo de conseguir el equilibrio fiscal en torno a 1992, podría reflejar las dudas expresadas por alemanes y japoneses acerca de su efectividad real. Tanto el ministro alemán, Theo Waigel, como el japonés, Riutaro Hashimoto, blandieron antes de la reunión la amenaza de una subida de sus tipos de interés, inferiores a los estadounidenses, para contener la subida del dólar. En realidad, tanto la RFA como Japón, que tienen un muy estrecho margen para aplicar este tipo de medidas monetarias, consideran que sólo una reducción efectiva del déficit fiscal de EE UU, y por tanto una disminución en sus necesidades de financiación estatal, permitirían estabilizar los tipos de cambio.

Déficit de EE UU

En una rueda de prensa posterior a la reunión, él secretario del Tesoro de Estados Unidos, Nicholas Brady, anunció la adopción de medidas sobre el déficit presupuestario durante el próximo mes de octubre, sin entrar en más detalles, aunque no se interpretó que tal compromiso se refiriera a medidas drásticas. Los siete grandes recurrieron por tanto nuevamente a "la cooperación,en los mercados de cambio", es decir, a la intervención constante y a la periódica venta masiva de dólares para mantener una relativa estabilidad monetaria en los próximos meses.

El comunicado del G-7 insistió en la constatación de que las economías de los países industrializados siguen experimentando "un sólido crecimiento" que "seguirá el año próximo" y que "la inflación permence controlada gracias a la aplicación de políticas apropiadas, aunque hace falta mantenerse vigilantes", para añadir, coincidendo con lo señalado en el informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), que "se han hecho progresos en la reducción de los grandes desequilibrios externos, aunque tal ajuste se ha hecho más lento" en los últimos meses. También se aconsejó de nuevo a canadienses, italianos y británicos que mantengan sus esfuerzos contra la inflación, a Francia que promueva un incremento de sus tasas de ahorro y que alemanes y japoneses intenten reducir su superávit. Asimismo, se respaldó de nuevo el plan Brady sobre reducción de la deuda externa de los países en desarrollo.

Tal como hicieron los máximos dirigentes políticos del G-7 en su cumbre de París, en julio, los ministros y gobernadores del grupo debatieron "sobre los históricos acontecimientos que se registran en los países del Este europeo, especialmente en Polonia y Hungría, y expresaron su firme apoyo a los planes para crear econornias más abiertas y basadas en las leyes del mercado". Del mismo modo, "urgieron al Gobierno polaco a buscar un rápido acuerdo con el FMF' y mostraron su "disposición a apoyar a tales países ( ... ) mediante acciones bilaterales y multilaterales", incluyendo una reestructuración de su deuda externa. Posteriormente, Brady precisó que "corresponde a cada miembro del G-7 decidir qué puede hacer específilcamente para ayudar a Polonia".

Por último, los miembros del G-7 se refirieron al incremento de las cuotas del FMI en un escueto párrafo en el que se limitaron a "recordar que la junta de gobernadores del FMI ha sido encargada de completar su Arabajo sobre la novena revisión de cuotas" antes de fin de año. A la junta de gobernadores pertenecen las grandes potenclas económicas. Todo parece indicar que la solución pasará por un compromiso basado en un incremento discreto de las cuotas (en torno al 50%), lo que supondría una derrota del director del Fondo, Michel Candessus, que reclamaba un incremento del 100% para disponer de mayor presupuesto, y sobre todo de Japón, que esperaba que una drástica revisión le permitiera mejorar su situación en la institución.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_