_
_
_
_
Tribuna:LA ANTICIPACIÓN DE LAS LEGISLATIVAS
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La 'costilla' del presidente

La autora de este artículo ironiza sobre los que cuestionan el derecho de la mujer del presidente del Gobierno a presentarse como candidata al Congreso de los Diputados y lamenta que no haya tomado antes esa decisión.

Un sector de la sociedad nuestra sigue reconociendo al hombre público como rey de los pastos nacionales en tanto tiende a mostrarse molesto, cuando no intolerante, si ellas ocupan o reclaman por deseo o vocación el espacio que les pertenece. Pero es particularmente exigente y visceral cuando se trata de una casada que ha tenido la desgracia, más que la suerte, de ser pareja (además de sindicalista y profesora) de alguien absolutamente ocupado y excepcional y se presenta a candidata en las próximas elecciones. Casi todo lo que viene después, oral y escrito, constata que hay quienes pretenden hacer de esta noticia catecismo electoral. Basta mirar a la Moncloa para que algunos carguen pilas y aireen no un tema de Estado, sino de familia, como es tradicional en las esquinas de la patria.El inconveniente que empiezan a tener los ataques viscerales contra la decisión del PSOE y de Carmen Romero, y las defensas apasionadas que ello arrastra, es que de pronto en este país se ha dejado de hablar de las promesas, los fracasos y los logros del partido gobernante para tratar del desacierto o la oportunidad de esta candidatura. En otras ocasiones la comidilla política y alguna publicación cardiaca trataron de los desplazamientos culturales de esta profesora de literatura sin la compañía de su esposo, o de los viajes oficiales del presidente del Gobierno con la ausencia de ella, como si esta ligera disfunción acarreara enormes desajustes en el protocolo y llegara a afectar al equilibrio presidencial.

Casada independiente

Ahora toca hacer comparaciones folletinescas con Eva Perón o cantar panegíricos a la casada independiente. Las comparaciones y generalidades, en este caso, fallan. Carmen Romero ha dado muchas pruebas de conocimiento, independencia en todos los terrenos y de sensibilidad, poco comunes en los listados que las distintas formaciones van a presentar. ¿Por qué no había de estar, si tanto ella como su partido lo han acordado? Otros temas son la compatibilidad entre la estética de una profesora de literatura y las tragaderas del político, aspecto que es harina de otro costal, y lo que atañe al efecto que la candidatura de Carmen Romero habrá de promover (me arriesgo a escribir que no ha de ser cuantitativo). Pero, puesta a ver inconvenientes conyugales, ¿dependería más el criterio político de la parlamentaria de la línea oficial que cualquier otro nombre del listado, teniendo en cuenta que en los partidos, como en los conventos, el voto de obediencia es la primera condición? Por lo pronto, Carmen Romero ha dado bastantes muestras públicas de independencia de criterio, y no así muchos de los que van a compartir con ella escaño. ¿Por qué exigirle un rédito especial antes de los comicios? Que abone la política con lo que, tiene de singular, que a lo mejor ayuda a que los españoles, en vez de medio libro, se puedan merendar entera una novela, por más que sea enternecedor tenerla de camarera principal de Presidencia del Gobierno (como algunos ya han insinuado): la eficacia electoral de este último papel sería, quién sabe, superior.

Otro asunto sería criticar la oportunidad de la noticia. En este país todavía cuenta mucho la llamada razón sentimental, o sexual, o conyugal (razón, también, de subsistencia, de un periodismo bajo mínimos). Multitud de refranes y obras de teatro alusivas a nuestra historia desembocan hoy en entregas periódicas con foto, devoradas con fruición por ciudadanos de cultura medio baja que curiosean o sueñan con vidas ajenas a través de las cuales disimulan las frustraciones de la propia. Y en este ambiente cuenta más ir de señora de que de mujer de letras (o palabras, que es más complicadillo). Quizá por eso me queda la certeza de esta mala inversión que hace el PSOE con vistas al recuento de votos. Carmen Romero es lo mejor que tiene, y va a ser el regalo que las mujeres y los estetas socialistas (y escribo la palabra estelas con todo el sentido moral que hoy ella tiene) ofrezcan a una minoría, desconfiada o en trance, del país, mientras los hegemónicos se entregan a dirimir diferencias de línea, de poder o de pacto con sectores de sensibilidad dudosa.

Lo que siento es que Carmen Romero haya tardado tanto en decidirse por la causa política directa, con la que va a pasar, definitivamente, del incómodo papel de costilla de varón a mujer de palabra. Aunque fuera una costilla, con título universitario.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_