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Los sociallistas japoneses se abonan al pragmatismo en temas militares

La líder socialista japonesa, Takako Doi, se hace cada día más pragmática para aspirar a ser primer ministro en un futuro Gobierno de coalición, pero sus nuevos planteamientos están abriendo fisuras en el seno del partido y tampoco llegan a convencer a las otras fuerzas políticas aliadas. Doi ha anuncíado públicamente que si logra gobernar el país mantendrá el tratado de seguridad con Estados Unidos y el Ejército nacional por razones estratégicas y para asegurar la continuidad diplomática, dando un giro a las que hasta ahora eran reivindicaciones socialistas en materia militar.

Ambas cuestiones habían sido adelantadas el pasado rnes por el secretario general del partido, Tsuruo Yamaguchi, y el embajador estadounidense en Tokio, Michael Armacost, recibió información detallada de ellas hace escasos días por la propía Do¡.Uno de los tres aliados políticos del eventual Gobierno de coalición que dirigiría Do¡, el líder socialdemócrata, Efichi Nagasue, manifestó ayer que las propuestas presentadas el domingo por Doi no son del todo suficientes. El partido socialista debe clarificar que Japón es un aliado occidental y que la existencia de las Fuerzas de Autodefensa, como eufemísticamente se denomina a la milicia nipona, está sancionada por la propia Constitución, declaró Nagasue. Por su parte, el ex presidente socialista Masashi Ishibashi descubrió a principios de mes que no todo son claveles para Do¡ después del importante éxito alcanzado en las elecciones parciales en la Cámara alta el pasado julio y que hay discrepancias internas sobre la nueva polítíca de defensa, así corrio por el deseo de Do¡ de presentar al menos 180 candidatos en las próximas elecciones legislativas sin antes contar con el respaldo de las demás formaciones de la futura coalición. Ishibashi, que ha decidido no aspirar a la reelección parlamentaria, ha acusado a la dirección del partido de emplear métodos fascistas para eliminar las voces discrepantes. Los nervios no han traicionado a la popular líder socialista, quien reafirmó ayer por televisión sentirse segura de poder realizar el cambio que exigen los japoneses con una nueva política en un Gabinete de coalición no comunista formado por el Komeito (budista), los socialdemócratas y el Partido Socialdemócrata Unido. La nueva doctrina Do¡, que ha sido discutida los últimos tres días en una reunión de planificación del partido, señala que el mantenimiento del tratado militar con Estados Unidos no debería impedir, de todos modos, la observancia de los principios que prohíben la producción, el almacenamiento y la introducción de armas nucleares en Japón. Pero incluso esa exigencia odría ser materia de negociaciones diplomáticas llegado el caso, ha señalado Do¡. El presupuesto militar se mantendrá por debajo del 1% y se revisarán los programas de compra de armamento ofensivo. La dirigente socialista ha solucionado también otro punto espinoso de la agenda del partido, sus buenas relaciones con el régimen comunista norcoreano. Do¡ afirma que tratará de mantener relaciones equilibradas con los Gobiernos de Pyongyang y Seúl y promoverá el diálogo para la reuníficación de la península coreana.

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