El acuerdo tripartito de los nacionalistas vascos para el Senado, al borde de la ruptura

La decisión de la Asamblea Nacional de Eusko Alkartasuna (EA) de ratificarse en su propuesta inicial de una candidatura electoral común con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Euskadiko Ezkerra (EE) a las dos cámaras legislativas ha colocado el pacto tripartito para el Senado en una situación muy delicada, pese a que las bases de EA han dejado abierta la posibilidad de un acuerdo. La asamblea del PNV, reunida ayer en Artea (Vizcaya), llegó a la conclusión de que EA ha optado por descolgarse del acuerdo tripartito y se planteó la hipótesis de alcanzar un pacto bilateral con EE.

Los intentos de desbloqueo de la situación parecen corresponder ahora a EE, dadas las crispadas relaciones existentes entre el PNV y EA, pero cualquier iniciativa dirigida a reconducir las negociaciones está lastrada por la falta material de tiempo.El plazo para la presentación de las candidaturas finaliza el próximo martes. Las tres formaciones deben decidir además con anterioridad el reparto de los 9 escaños del Senado, 3 por provincia, que obtendría la coalición si se repitieran los resultados de los pasadas elecciones europeas. A través de su vicesecretaria general, Koro Garmendía, EE instó ayer a la ejecutiva de EA a que diga si quiere proseguir con las negociaciones para la creación de una candidatura común para el Senado. La actitud de EA de ratificarse en una propuesta explícitamente rechazada de antemano por el PNV y Euskadiko Ezkerra suscitó ayer reacciones de perplejidad y disgusto en los dirigentes de estas últimas formaciones.

Renegociar

Xabier Arzalluz, presidente del PNV, manifestó durante la asamblea de Artea que no existe físicamente tiempo para replantearse la negociación de una candidatura para el Congreso y el Senado. Arzalluz y también la vicepresidenta de EE, Koro Garmendía, afirmaron que la postura de EA retrotrae la negociación al momento inicial, tras una semana de contactos y conversaciones en la que la única propuesta asumida por las tres fuerzas ha sido la de la candidatura común al Senado. Ambos dirigentes confirmaron la existencia de un preacuerdo de programa común que plantea modificar el sistema de elección del Tribunal Constitucional, transformar él Senado en un la "cámara de las autonomías" y participar en las relaciones del Gobierno Central con la CE.

Los dirigentes del PNV tampoco concedieron excesivo crédito ni significación al párrafo de la resolución aprobada en la madrugada de ayer por las bases de EA en el que, pese a todo, se faculta a su ejecutiva a adoptar en el transcurso de las conversaciones con los otros partidos las soluciones más eficaces "para la defensa de los interes de Euskadi". Quizás debído a este párrafo, Koro Garmendía se negó a aceptar el fracaso definitivo de las conversaciones, aunque advirtió a EA de los peligros que entraña esperar a que la solución aparezca en el último minuto del plazo.

En la conferencia de prensa en la que EA dio a conocer la resolución de su asamblea, Carlos Garaikoetxea insistió en destacar la importante función legislativa del Congreso frente a una "cámara de segunda lectura como la del Senado". Negó que la postura de EA responda a una oferta de reparto de los posibles senadores, que les adjudica 2 escaños, los mismos que a EE, frente a los 5 del PNV, pero admitió que esa propuesta, no formal, no ha sido precisamente bien recibida por su formación. La aplicación de los últimos resultados electorales concede al PNV, 4 senadores, uno a EA, en Guipúzcoa, y ninguno a Euskadiko Ezkerra.

Por su parte, el secretario general del PSE-PSOE de Vizcaya, Nicolás Redondo Terreros, indicó que la campaña electoral será dura y muy polarizada en el caso de que llegue a materializarse, la candidatura tripartita. A su juicio, esa iniciativa constituye un paso atrás y supone volver a la transición democrática, en la medida en que "deja postergado", dijo," el debate derecha-izquierda que corresponde a una sociedad civilizada. Tienen derecho a hacerlo, pero eso es algo que tendrá repercusiones posteriores, supone", añadió, "volver a una situación, negativa para la sociedad vasca, que los gobiernos de coalición hacían suponer que había sido superada".

Otros dirigentes socialistas vascos han indicado que la participación del PNV en la candidatura tripartita cuestiona directamente la estabilidad del ejecutivo vasco de coalición que mantienen con los nacionalista. El lehendakari, José Antonio Ardanza, ha respondido a este juicio advirtiendo que el PSE-PSOE incurrirá en una gran responsabilidad si pone en riesgo el actual gobierno vasco.