1.700 hectáreas de monte ardieron en Madrid este verano

Todos los veranos pasa lo mismo. Llega el calor y con él el fuego. Este verano los incendios han acabado con unas 1.700 hectáreas de monte alto, matorral y pastos en la Comunidad de Madrid, según datos de la Agencia de Medio Ambiente (AMA). Estas cifras, sin embargo, difieren sustancialmente de las facilitadas por Virgilio Cano, consejero de Agricultura de la Comunidad.

La tónica de esta temporada, calificada de "buena" por los responsables de la lucha contra incendios, ha sido la aparición de numerosos focos de fuego -178 para ser exactos- que han afectado a muy poca superficie forestal.A pesar de todo, han caído muchos árboles. "Entre el 21 de junio y el 4 de septiembre han ardido unas 100 hectáreas de monte alto y 1.600 hectáreas de matorral y pasto", afirma Santiago Anglada, director del área de gestión de la AMA. "A estas cifras les hemos restado las superficies calcinadas que pertenecían a urbanizaciones situadas en pueblos de la sierra", añade. Sin embargo, según datos facilitados el miércoles por Virgilio Cano, consejero de Agricultura de la Comunidad, en la región sólo se han quemado 4,5 hectáreas de monte alto, cifra muy inferior a la facilitada por la AMA. Eso sí, ambos organismos coinciden en que la campaña de lucha contra incendios ha sido "muy buena".

Unas 15 hectáreas se calcinaron de una sola vez en un siniestro en Robledo de Chavela, que luego de desplazó hacia Ávila, y otras dos hectáreas en El Escorial, a causa de un incendio que puso en serio peligro los bosques de pinos que tiene en la zona el Patrimonio Nacional.

Campos de labor

Muchas de estas hectáreas se calcinaron tras producirse un fuego en algún campo de labor limítrofe con el bosque. Hasta el 31 de julio, habían caído 681 hectáreas de pasto. "Lo que ocurre es que estos incendios en zonas de cultivo tardan mucho en notificarse porque la gente cree que son quemas de rastrojeras o incendios controlados, y así, cuando llegamos nosotros ya han ardido hasta 40 hectáreas", afirma Ángel Porres, jefe del Servicio Regional contra Siniestros.Esos "nosotros" a los que se refiere Porres son los 462 bomberos de la Comunidad, a los que hay que añadir 200 personas que han sido contratadas este verano, los guardias forestales de la AMA y las 600 personas contratadas temporalmente en servicio de retenes. "Es fundamental que se llegue a un incendio antes de que pasen 20 minutos. De ahí la importancia de los retenes forestales, que se despliegan en pocos minutos en el lugar del siniestro", dice Anglada.

En caso de siniestro grave cuentan con el apoyo aéreo del Icona y del Ejército: dos hidroaviones con base en Torrejón de Ardoz y dos helicópteros en Tres Cantos y Colmenar Viejo.

Ángel Porres se queja de que los dos últimos incendios de magnitud en los que los bomberos han tenido que esforzarse más se han producido en zonas industriales: "Dos incendios, uno en Coslada y otro en San Fernando, han sido de los de mayor magnitud de este año. Tanto insistir en lo de prevenir incendios en el monte, y luego los gordos se producen en los polígonos o en cascos urbanos". 218 incendios industriales y 324 urbanos durante este año apoyan sus afirmaciones.