Malas expectativas para solucionar la deuda externa de América Latina

El director del departamento de Economía de la universidad de Stanford (Estados Unidos), Clark Reynolds, aseguró ayer, en el transcurso de una conferencia pronunciada en la universidad de Santa María de-La Rábida (Huelva), que las expectativas para la solución de la deuda externa en América Latina son "muy negativas", tanto por la dificultad de resolver el problema de transferencias financieras que lo originó como por la "necesidad de renovar el pacto social en esos países".Reynolds, que analizó la génesis de la deuda latinoamericana, que achacó al desequilibrio de transferencias y a la distorsión del mercado tras la crisis del petróleo, analizó las diferentes medidas adoptadas por su país en las diferentes etapas del proceso de endeudamiento.

En su opinión estas medidas, incluido el Plan Baker, sólo sirvieron para "cambiar el destino de las transferencias del Sur al Norte y multiplicar por 10 la deuda externa de Latinoamérica".

El economista norteamericano, asesor de los negociadores del actual Gobierno de Bush, señaló que con el Plan Baker sólo " se aprendió por lo que se hizo y por sus consecuencias", ya que no se tuvieron en cuenta las repercusiones que en el mercado financiero internacional tuvo la guerra desatada por Baker contra la inflación en Estados Unidos. Reynolds dijo que la reducción de la inversión de su país en América Latina ha sido importante en la década de los ochenta, pero que aún "es el país más determinante en esa región americana".

Tras señalar que la política de subsidios llevada a cabo en América Latina no ha hecho más que dejar rodar el problema "con un efecto de bola de nieve", Reynolds apuntó que Estados Unidos debe apostar por un incremento de flujos financieros reales hacia esos países que compensen su actual balanza comercial negativa, que cifró en 9.000 millones de dólares.

Finalmente, Reynolds apuntó cinco dificultades importantes con las que se encontrarán los países latinoamericanos para llevar a cabo los planes previstos en la renegociación de su deuda. "Los países endeudados deberán cambiar su estructura de capital, pero para ello necesitarán una mayor importación, algo imposible si tienen que mantener la devolución de los préstamos. Las industrias de América. Latina, tras la pérdida de ayudas estatales, comenzarán a tener flujos de cajas negativos, y para ser competitivas necesitarán endeudarse a un alto interés, algo difícil por cuanto no tendrán acceso libre al mercado de divisas", señaló Reynolds. Asimismo, un tercer obstáculo a superar sería, según el economista estadounidense, la dificultad de los países para asumir la creciente oferta de empleo.

En la sesión de ayer también intervino Joaquín Muns, catedrático de organización económica internacional de la universidad de Barcelona y ex representante de España en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Muns explicó el papel del FMI y del Banco Mundial en el proceso de endeudamiento y en las propuestas de solución puestas ahora en marcha por el Gobierno de Estados Unidos.

En la jornada anterior se puso de manifiesto que el Gobierno mexicano no espera finalizar el proceso de negociación de su deuda externa hasta finales de este año, según afirmó ayer en La Rábida (Huelva) Carlos Ruíz Sacristán, director general de Crédito del Ministerio de Hacienda y Crédito Público de México.