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El Madrid cambia su repertorio

Alex Martínez Roig

El Real Madrid ya no es el que era. A esta conclusión llegaron ayer los asiduos del Bernabéu que se reencontraron con su equipo. El Madrid ha cambiado, y no es que sea mejor o peor -eso se verá ante un rival que presente más resistencia que el Liverpool-, es diferente. En sólo un mes, mientras los socios se hartaban de tomar el sol, John Toshack ha introducido algo más que matices en este equipo. La apuesta es clara ganar la Copa de Europa, porque, visto el despliegue del Barça -el rival más directo- ante el Sochaux, el Palamós y el Figueres -huesos donde los haya-, tendría que producirse una sorpresa espectacular para que la Quinta no consiga la quinta Liga. Toshack ha creado una disciplina defensiva que antes no existía, y ha recortado las dosis de genialidad improvisada en los ataques. Eso sí, puede ser un año más aburrido en el Bernabéu.El público de la NBA se desgañita reclamando a sus jugadores que aprieten en defensa. Eso le gustaría a Toshack, pero el cambio de mentalidad sería demasiado radical para el espectador madridista. Ayer ya tuvo que readaptar su cerebro al ver durante unos minutos (del 57 al 67) hasta a siete defensas en la alineación del Madrid. Tanto despliegue parecía un poco excesivo como si se utilizasen granadas para matar mosquitos. Porque el Liverpool de anoche estaba lejos de jugar a su máximo nivel: apenas presionaba en el centro del campo, llegaba con mucha dificultad al ataque, y allí, Rush, solo, veía el color blanco por todo horizonte.

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El partido fue muy cómodo para el Madrid, especialmente gracias al simpático Grobbelaar Salio tarde y mal en el primer gol y miró de reojo, sin moverse, el golazo de Butragueño. Así, mientras el Liverpool trataba de conservar el balón el mayor tiempo posible, sin profundizar, hubo tiempo para descubrir las variaciones sobre el mismo equipo que ha realizado Toshack.

La revolución silenciosa -y básicamente mental- alcanza su mayor expresión en la nueva defensa. Schuster, Hierro y Ruggeri forman un trío lleno de matices. Por ejemplo, la cintura de Schuster, que los madridistas doblarán con su pensamiento cuando vean aparecer frente a él a uno de los numerosos bajitos que pueblan las delanteras españolas. O los recursos que Ruggeri encuentra en sus extremidades superiores e inferiores; ayer tumbó a dos ingleses con un agarrón y un puñetazo al estómago. Hubo quien llegó a decir que Benito había regresado al Madrid. Da la sensación, sin embargo, de que esta defensa sabe correr hacia adelante mejor que hacia atrás, especialmente Hierro.

Otros cambios. Ya no hay intocables. Michel tuvo un mal día -todavía no ha jugado un buen partido en el Bernabéu desde la crisis de los silbidos- y Toshack le cambió por Solana. Martín Vázquez debió suspirar a fondo. Con Beenhakker, jugase como jugase, siempre era el primero en ir a ducharse. Chendo también cambió de sitio -Sanchis comenzó como lateral derecho-, y se colocó por delante de la defensa, para cerrar posibles huecos con su velocidad. Y, finalmente, la ubicación más retrasada de Butragueño le permite, claramente, controlar mejor sus movimientos ofensivos. Glovanni Trapattoni, el entrenador del Inter, comentaba el año pasado que estaba convencido de que esa era la mejor posición de El Buitre. Le van mejor los vuelos largos.

Pero todos los cambios de Toshack -que parece más rápido de reflejos que Beenhakker a la hora de improvisar sobre la marcha- deberán esperar a un análisis más reposado. El Liverpool no tuvo ni una sola ocasión, y el Madrid nunca se vio presionado. Apenas hubo detalles ofensivos, aunque sería imperdonable no destacar una volea de Hugo Sánchez a un balón enviado desde el centro del campo, y que Groobelaar rechazó con apuros. Y es que todo puede cambiar a su alrededor, pero Hugo siempre será el mismo.

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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