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La policía dispara contra nacionalistas del Uster

Jóvenes nacionalistas y fuerzas de la policía se enfrentaron ayer en la zona de Springfield, en el oeste de Belfast, al cumplirse el 20º aniversario de la entrada del Ejército británico en Belfast y Londonderry. Los manifestantes incendiaron dos autobuses y un camión antes de ser repelidos por la policía, que utilizó balas de plástico, sin que se produjeran víctimas. Las fuerzas de seguridad permanecían en estado de máxima alerta en previsión de posibles atentados por parte del Ejército Republicano Irlandés (IRA), amenazas que, sin embargo, no han llegado a materializarse en esta ocasión.Las fuerzas del orden dispararon balas de plástico contra los manifestantes que previamente había prendido fuego a dos autobuses y un camión en Springfield. La carga policial fue respondida con pedradas y cócteles Molotov durante más de cuatro horas de enfrentamiento. lan Williamson, inspector jefe del Royal Ulster Constabulary (RUC), dijo que la presencia de numerosos representantes internacionales de los medios de comunicación fue la causa de tantas horas de pelea entre los miembros de la policía y Ejército británico y los jóvenes católicos del Ulster. Igualmente pidió a los ciudadanos que guardaran la calma e impidieran la salida a la calle de los más jóvenes para evitar trágicos incidentes.

Por otra parte, miembros del Sinn Fein, brazo político del IRA, se manifestaron durante todo el día delante de las comisarías de la policía con eslóganes en favor de la retirada del Ejército británico de las calles de Irlanda del Norte.La tensa calma de ayer ha sorprendido en los medios policiales que temían una fuerte represalia del IRA como repulsa a los 20 años de la llegada de las tropas británicas.

El fin de semana se caracterizó, además, por una serie continuada de enfrentamientos y avisos de bomba. Las fuertes medidas de seguridad puestas en práctica por la policía y el Ejército impidieron el pasado sábado la explosión de una bomba dirigida hacia la procesión de los Jóvenes aprendices de Derry, secta protestante, que conmemoraban el 300º aniversario de la toma de la ciudad por la Corona británica. Una bomba, sin embargo, llegó a estallar en el interior de un bar, a escasos metros del escenario, sin que causara ninguna víctima, aunque según un comunicado del IRA iba dirigida hacia las fuerzas de la policía que inspeccionaron la zona. Igualmente se registraron numerosas protestas contra el Ejército británico y contra el uso de balas de plástico por las fuerzas policiales en torno a la casa del joven de 15 años, Seamus Duffy, que murió la pasada semana por un disparo de la policía.

James Callaghan, primer ministro del último gobierno laborista británico, pidió ayer la suspensión del acuerdo anglo-irlandés, firmado en 1985. En una entrevista radiada por la cadena irlandesa RTE, Callaghan calificó el pacto como "un hueso atravesado en la garganta de los protestantes". Según el representante laborista el acuerdo debería eliminarse una vez que se tuviera un buen documento de recambio.

El aniversario de la llegada de las tropas británicas a Irlanda del Norte, el 14 de agosto de 1969, es un acto puramente republicano que no aparece en el calendario de las fuerzas leales a la Corona británica. Supone la intensificación de la campaña en pro de la salida de los soldados, que representan el símbolo de la presencia británica, y en defensa de la unificación de la República Irlandesa. La unificación del país, sin embargo, queda pendiente hasta que la mayoría en el norte de Irlanda, de momento claramente probritánica, así lo declare en un referéndum.

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