Servicio bancario

Durante la primera quincena del mes de julio viajé de vacaciones por la Costa Brava, y a mi regreso decidí visitar el principado de Andorra y efectuar algunas compras en este país vecino, que nunca había supuesto tan hostil a sus visitantes.El viernes día 14, por un fallo eléctrico en el funcionamiento de un cajero automático en la sucursal de Escaldes del banco Crédit Andorrá, me fue secuestrada mi tarjeta de crédito 4B que tan sólo horas antes había utilizado en Gerona. El sábado me personé en la oficina bancaria para recuperarla y allí comenzó mi problema, aunque no voy a relatar cómo tuve que arreglarme para regresar a Asturias, donde resido, con 7.000 pesetas que tenía en metálico tras abonar la factura del hotel.

Después de hablar con varios empleados, me comunican que sólo con un telefax de mi banco en Oviedo (que por ser sábado estaba cerrado) me podrían devolver mi tarjeta. Conseguí hablar con el director, al que ofrecí: identificarme, mostrarle un extracto de mi cuenta de horas antes con un saldo importante a mi favor y a probar con él mí tarjeta en el cajero y demostrar que podía funcionar con mi clave secreta. Todo fue inútil, argumentando que sin eximirle mi banco de responsabilidad sobre la tarjeta ésta debía ir a la central de Madrid y seguir un protocolo establecido, se negó a devolvérmela impasible ante el problema que me creaba, al no poder efectuar las compras planeadas, y sobre

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