Efectivos de la Guardia Civil cargan con porras contra vecinos de Anchuras

Efectivos de la Guardia Civil cargaron con porras, en la tarde de ayer, contra un numeroso grupo de vecinos de Anchuras y de los pueblos de los alrededores que se encontraban a las puertas de la finca El Cijaral, en el momento en que un vehículo todo terreno de los guardias pasaba alimentos y pan al destacamento del Ejército del Aire desplazado allí desde el pasado lunes.

El enfrentamiento surgió cuando casi un centenar de vecinos se arremolinaron en torno al pasillo humano que había formado la Guardia Civil. Los empujones y gritos dieron paso a la actuación de los agentes, que controlaron la situación. Amancia Campos, madre del alcalde de Anchuras, Santiago Martín, sufrió un desmayo y tuvo que ser atendida por un médico al padecer una afección cardiaca. [No obstante, un portavoz de la Dirección General de la Guardia Civil aseguró a última hora de la tarde que eran falsas las versiones de que agentes del Cuerpo hubiesen realizado una carga contra los vecinos, informa Europa Press].Al amanecer, un grupo de entre 10 y 15 personas había desmontado las tiendas de campaña donde se encontraban los militares, sin oposición de éstos. Los militares se limitaron a fotografiar y a filmar en vídeo lo que ocurría. Con anterioridad, durante la noche, los vecinos habían hecho tambalearse las tiendas y desinflaron las ruedas de los vehículos militares. En la mayor de las tiendas, donde se halla la cantina y un espacio para la televisión, se desmanteló el sistema eléctrico del campamento. La Guardia Civil no se encontraba en el lugar en esos momentos.

Al mediodía, los agentes lograron echar fuera de la finca a los vecinos. Tras un ligero forcejeo se cerró el portón de, entrada a la finca con una cadena y un candado.

El alcalde de Anchuras ha manifestado que la presencia de la Guardia Civil "sigue siendo una provocación", y que lo único que se pretende es "despistar y desviar nuestro objetivo fundamental que es echar a los militares de nuestra tierra". Rafael Galán, párroco del pueblo, permanece desde el pasado lunes junto al alcalde y los vecinos en la finca militar.

A última hora de la tarde aumentó el número de vecinos en las puertas de la finca, en respuesta a la carga que se había producido pocas horas antes. Mandos de la Guardia Civil justificaron la carga contra los vecinos en su "provocación" en las últimas 24 horas.

Defensa no comentó ayer los incidentes de Anchuras y señaló que era "un tema de orden público". El destacamento tiene fijada su salida de la zona para el viernes.