Huelga en 17 minas de Siberia para obligar al Kremlin a cumplir sus promesas

Diecisiete minas de la región carbonífera de Kemerovo, en Siberia, pararon ayer durante dos horas, siguiendo los llamamientos del Comité Regional de Trabajadores (antiguo comité regional de huelga), para exigir que cesen las obras de una central hidroeléctrica sobre el río Tom, según manifestaron ayer portavoces del partido. El cese de las obras es uno de los puntos del acuerdo con el que concluyó el conflicto del mes pasado entre los mineros de Kuzbas y los representantes del poder central.

Las minas que participaron en la huelga de advertencia estan enclavadas mayoritariamente en la región de Prokopievsk y fueron al paro, pese a la decisión del Soviet Regional de interrumpir las obras de la central de Krapivirisk a partir de las ocho de la mañana de ayer. El Soviet Regional reconoció que los mineros tenían razón y registró oficialmente al Comité Regional de Trabajadores, que se ha dotado de unos estatutos propios. Uno de los dirigentes del sindicato oficial en Kemerovo, Valeri Romanov, afirmó que la estructura surgida con la huelga ha asumido las funciones del sindicato, afirmó ayer un diputado de la región. En Moscú, a lo largo de varios días, delegaciones de mineros de Kuzbas han negociado la puesta en práctica del acuerdo con el jefe del Gobierno Nikoiai Rizhkov, el miembro del Politburó y secretario del Comité Central, Nikolai Sliunkov, media docena de ministerios y los sindicatos. El acuerdo suscrito en julio es un texto muy ambicioso y difícil de llevar a la práctica en las actuales condiciones.

"A título experimental, hemos conseguido para Kuzbas la misma autonomía económica que el Báltico a partir del 1 de enero", declaró ayer a esta corresponsal el diputado Viktor Medikov, vicerector del Instituto Metalúrgico de Sibería, situado en la ciudad de Novokuznezk. La huelga de advertencia mostró, en opinión de Medikov, que los mineros están dispuestos a velar por el cumplimiento de todos y cada uno de los puntos del pacto con el Gobierno y a no transigir en ninguno de ellos.

El soviet regional de Kemerovo decidió también convocar elecciones municipales urgentes el próximo otoño, prescindiendo de las decisiones no tomadas aún por la república Federativa Rusa.

El adelanto (al otoño) o la demora (a la primavera) de estas elecciones es uno de los caballos de batalla entre liberales y conservadores.