_
_
_
_

Conjurado en la URSS el peligro de huelga ferroviaria

Pilar Bonet

La huelga de ferroviarios no llegó a producirse ayer, tal como temían las autoridades soviéticas hasta última hora del lunes por la noche, después de que el peligro fuera conjurado con negociaciones y con una intervención televisiva del ministro de Ferrocarriles, Nikolai Konarev, uno de los miembros del antiguo Gobierno no ratificado por el Parlamento.

La intensa campaña para aplacar los ánimos llegó incluso a censurar de la retransmisión diferida nocturna de la sesión de Soviet Supremo de la URSS todas las referencias a la huelga y el ultimátum de los ferroviarios hechas por un maquinista ucraniano el lunes. Esa noche, las autoridades soviéticas estaban considerando la imposición de "medidas especiales" no especificadas, si se llegaba a la huelga. Rumores de agitación en el sector de la industria pesquera y en la construcción toman sin embargo el relevo en el frente laboral.

Una huelga de ferrocarriles podría haber paralizado el país, que vive una grave crisis económica corroborada por las recién publicadas estadísticas del primer semestre del año. Los resultados económicos eran criticados ayer en un artículo editorial en Pravda, que abogaba por una mayor intervención del Partido en la economía, precisamente la línea contraria a la adoptada en la XIX Conferencia del PCUS en 1988, a raíz de la cual fueron eliminados los llamados "departamentos de rama" de la organización. El Parlamento debe abordar hoy la ley de huelga.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_