Riesgo contra aburrimiento

Los mercados de valores caminan hacia su modernización en medio de una paralización preocupante, por cuanto supone de ausencia del dinero mas especulativo, pero también más ágil y que, al final, es el que indica la tendencia al resto de los inversores. Tanto el volumen negociado como las cotizaciones siguen en esa zona de nadie en la que papel y dinero apenas entran, provocando en parte esa falta de orientación a la que culpan de la inactividad. En esta sesión se ha producido un nuevo paso atrás del dinero ante una situación similar de Wall Street, el mercado que se ha convertido en la única referencia válida para los inversores españoles. Las partidas vendedoras, aunque escasas, han sido las protagonistas del mercado.El mercado se repite a sí mismo, jornada tras jornada, en tanto encauza su nueva andadura, lo que puede conducir a un estancamiento que podría durar tanto como las vacaciones aunque, hay que insistir en ello, ya se piensa en una reacción técnica a corto plazo. Pero de momento, los tanteos compradores de jornadas anteriores se han quedado en unas posturas simplemente testimoniales, pues no han encontrado seguidores ni tienen la fuerza suficiente como para insistir en esa dirección.El único que termina la sesión con un avance es el de comunicaciones, aunque también aquí la caída de uno de sus componentes frenó la subida del valor estrella. Las posiciones al cierre insistían en la misma falta de orientación, producto de la ausencia de operaciones desde hace un par de semanas.