Illie Nastase
el famoso tenista rumano, conocido fuera de la pista por su afición a las chanzas y las bromas, se convirtió en la noche del viernes en la estrella de la elección de Miss Marbella. Este galardón recayó en Amalia Sánchez, malagueña de 19 años y estudiante de BUP.Nastase, que, junto con Philippe Junot, Antonio el bailarín y Remedios Cervantes, formaba parte del dicharachero jurado, no paró de vocear los encantos de las aspirantes. Bien surtido etílicamente, el otrora tenista vencedor en Roland Garros y en el Master de Estados Unidos se encasquetó un pañuelo en plan currante de la construcción y, vidrio en ristre, no cesó de danzar por la pista, celebrando más de cerca los atributos de las bellas de turno, que efectuaron tres pases, uno de ellos con el tradicional bañador.
Otra de las anécdotas de la noche la propiciaron los propios reporteros, que en Marbella, en estas fechas, son legión. A éstos se les encomendó la elección de Miss Fotogenia. Ni cortos ni perezosos, los fotógrafos decidieron otorgar el título a Gunilla von Bismarck, uno de los rostros más ametrallados en la Prensa del corazón. Gunilla no cabía en sí de gozo con el detalle, pero no pudo verse coronada, ya que no estaba inscrita oficialmente en el concurso. El premio a la más inmortalizable recayó finalmente en Pilar Mellado.
