La Comisión Europea decide un paquete de propuestas para la creación del mercado común de la energía
FÉLIX MONTEIRA, La Comisión Europea aprobó ayer en Bruselas el primer paquete de propuestas dirigido a crear un mercado común de la energía dentro de la CE. Las medidas, que deberán ser aprobadas por el Consejo de Ministros de la Comunidad, se dirigen a abrir progresivamente las fronteras de unos mercados energéticos excesivamente nacionalizados y a facilitar a los consumidores la información suficiente para que puedan contratar las opciones más ventajosas.
El comisario responsable en materia energética, el portugués Antonio Cardoso e Cunha, insistió en que las propuestas de directivas "no van dirigidas a reemplazar el poder de cada Estado para elegir sus opciones energéticas concretas". Lo que la Comisión pretende en esta primera etapa es facilitar los intercambios de electricidad y gas entre los países de la CE, la transparencia de precios para el consumidor y la información y concertación en lo que se refiere a grandes inversiones en infraestructura energética.
La estrategia final de la Comisión Europea, aunque aún no está plasmada en un plan concreto de acción, tiene por objetivo instaurar dentro de la Comunidad Europea el transporte común de energía, de forma que un productor pueda utilizar la red eléctrica o los gasoductos públicos o privados para abastecer a un consumidor concreto. El uso de las redes de transporte energético deberá garantizarse a "un precio justo", según Cardoso.
Las propuestas aprobadas ayer, a pesar de esperadas por los diversos sectores energéticos, van a suscitar duras polémicas entre los Estados miembros, enfrentados por los costes diferenciados que tienen las opciones asumidas en cada país. Así, por ejemplo, la RFA intentará mantener su sistema de subvención al carbón como fuente privilegiada de generación de electricidad y evitar la competencia en precio del sistema estandarizado de las centrales nucleares francesas. España, con planteamientos similares, puede ver condicionado, su nuevo plan de equipamiento energético, para el que se prevé incrementar, a partir de 1992, la potencia instalada en más de un 50%, a través, sobre todo, de nuevas centrales térmicas.
Contencioso con Portugal
La transparencia de precios propuesta por la Comisión va dirigida de momento a informar de los precios finales al consumidor, pero no contempla los procesos de composición de costes, que esconden subvenciones estatales, tratamientos privilegiados y otros factores que influyen en el precio final.
Aparte, España se enfrenta al contencioso que mantiene con Portugal por el precio del transporte de la energía que este país importa de Francia. Frente a las acusaciones de pretensiones abusivas, en Industria afirman que "el único problema es negociar un nuevo convenio, porque el anterior esta caducado". Fuentes del Ministerio no ocultan, sin embargo, que el precio de ese transporte tiene que guardar relación con el coste de las inversiones realizadas y con los intereses del sector.
El comisario precisó que la decisión de actuar con cautela obedece al tamaño de un sector como el eléctrico, "que no tiene costumbre de sufrir grandes cambios". En lo que se refiere a la obligación futura de informar a las autoridades comunitarias de los proyectos de inversión, el objetivo es que la Comisión dé su opinión técnica sobre la viabilidad y los posibles ahorros derivados de la concertación de planes. Los cálculos realizados para el período 1992-2010 reflejan que la coordinación de inversiones puede proporcionar un ahorro de 70.000 millones de ecu (más de nueve billones de pesetas) para el conjunto de los países comunitarios.
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