Que no falte de 'ná'

HAY BIOGRAFIAS que lo dicen todo, y la de Salvador Domínguez, malagueño de 42 años de edad y militante socialista, es un caso ejemplar. En 1979 fue denunciado por 10 de sus compañeros de partido por presunta ocultación de deudas superiores a un millón de pesetas, como responsable financiero de la campaña electoral del PSOE en Málaga, una acusación que no pudo ser probada. En 1983, siendo gobernador civil de Cádiz, fue denunciado por los sindicatos de policía, ya que enviaba a los agentes uniformados a buscar whisky a altas horas de la madrugada para que no faltara de nada en las fiestas. En diciembre de 1987, el presidente Rodríguez de la Borbolla tiene a bien nombrarle director general de la Radiotelevisión Andaluza (RTVA), cargo del que -como consecuencia de una gestión lamentable- acaba de cesar tras presentar la correspondiente dimisión.Pese a lo infrecuente de las dimisiones en el ámbito político español, la de Salvador Domínguez es, probablemente, una de las que no debían de haberse producido, al menos sin ser estudiada a fondo su gestión, radicalmente desastrosa, en el corto período de tiempo que dirigió la televisión autonómica. En su última comparecencia parlamentaria, a la que fue obligado a asistir por el Gobierno regional, reconoció que la deuda de Canal Sur, de la RTVA, era de 4.000 millones de pesetas, en un ejercicio que apenas excedió los cuatro meses. Domínguez anuncié que el presupuesto elaborado por su equipo para 1990 supera los 23.000 millones de pesetas, más de¡ doble de lo que la Junta de Andalucía tenía previsto gastar en el segundo año de emisión. Un balance no sólo lamentable, sino ante el que cabe preguntarse si es ortodoxo dejar dimitir al responsable de tal desaguisado sin exigirle otras responsabilidades que recoger el despacho. Hoy, Salvador Domínguez está a la expectativa de destino y cargo, y los españoles -todos- tenemos 4.000 millones de pesetas menos. Que no falte de ná.