Protesta en la calle
Un portavoz del sector privado del juego no descartó, en una conversación con este diario, la posibilidad de impulsar y canalizar una protesta de trabajadores del juego privado, que, en su opinión, empiezan a ser víctimas de una situación de crisis.Los fabricantes de máquinas tragaperras afirman que su producción está casi paralizada, debido al clima de incertidumbre generado por los crecientes controles administrativos. Desde la Administración se argumenta que el hecho de que los fabricantes vendieran el pasado año unas 180.000 máquinas, al calor del aumento de ingresos generados por unos premios acumulados de hasta 25.000 pesetas, es suficiente para explicar la contracción de un mercado que, en total, absorbe 340.000 unidades de ese producto.
El citado portavoz de la patronal recordó el precedente de las movilizaciones registradas en mayo de 1982, cuando cerca de 5.000 empleados -20.000 según los organizadores- del sector privado del juego se manifestaron en Madrid, para protestar por las medidas restrictivas dictadas por el entonces ministro de Interior, Juan José Rosón.
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