UGT no consensuará los Presupuestos de 1990, que prevé que sean "un nuevo plan de estabilización"

La UGT no está dispuesta a consensuar los Presupuestos Generales de 1990, que prevé que sean "la antesala de un nuevo plan de estabilización" y califica de "operaciones de marketing" las ofertas de concertación hechas por diferentes miembros del Gobierno. Estas afirmaciones de dirigentes ugetistas han sido realizadas en la escuela de verano organizada por la central socialista, en la que el secretario de Estado José Borrell reprochó a los sindicatos que no hayan apoyado sufficientemente a la Hacienda pública.

La central socialista no toma en consideración las ofertas de concertación realizadas en los últimos días por los ministros Chaves, Solchaga y Conde, consistentes en consensuar los Presupuestos Generales del Estado de 1990. El responsable de acción sindical ugetista, Apolinar Rodríguez, asegura que "una cosa son los discursos y otra la realidad" y lo que ya han comprobado es que "no se quiere negociar ni tan siquiera los convenios de la empresa pública".Por las declaraciones de los responsables de Economía,como las realizadas por Pedro Pérez a EL PAÍS, él deduce que el Gobierno va a proceder a una contracción de la demanda y a aplicar un mayor rigor, lo que supone la antesala de un nuevo plan de estabilización.

Otro dirigente ugetista, José María Zuflaur, aseguró que "de la cascada de intervenciones sobre la concertación se deduce que el Gobierno busca la complicidad de los sindicatos ante una coyuntura económica que se les ha ido de las manos".

UGT ha organizado este año su propia escuela de verano enla que sus cuadros debatirán el papel del sindicato en la economía, la democracia industrial, protección social y Estado del bienestar, y políticas socialdemócratas. A ella han invitado a dirigentes socialistas y entre ellos a José Borrell. El secretario de Estado de Hacienda, aprovechó el encuentro con UGT para reprochar a los sindicatos que no hayan apoyado suficientemente a la Hacienda Pública. "Los trabajadores me temen", afirmó, "cuando la guerra no va contra ellos". También intentó convencerles de que los asalariados no pagan muchos impuestos, con afirmaciones como esta: "Hay que deshacer tópicos compafiera: cinco millones de contribuyentes pagan igual que otros 40.000 ciudadanos". Los dirigentes ugetistas recriminaron a su vez a Borrell que los altos cargos de la Administración hablen frecuentemente en foros de empresarios y no acudan a explicar sus políticas ante los trabajadores. Borrell enumeró curiosos paralelismos entre el sindicalismo y la Hacienda, como que "los dos atraviesan una crisis, tienen un problema de aceptación social y un denominador común: la dictadura les impidió desarrollarse".

Luis de Velasco ha sido el encargado de pronunciar la lección inaugural. El diputado del PSOE afirmó que "estamos ante una ofensiva ideológica en la que se denuncian los fallos del sector público y se callan los defectos del mercado", debate que hace extensivo a las economías planificadas. A su juicio, se está configurando "un orden económico mundial menos eficaz de lo que podía ser y profundamente injusto". Sus críticas se dirigen también a la política española, por el auge que están tomando las ideas neo-liberales.