La sombra de Hitchcock

Lo extraño del caso es que tardaran más de 20 años en exprimir la gallina de los huevos de oro, tanto más considerando que de esas plumas ya se habían dado de todos los calibres, algunos de ellos -los de Brian de Palma sin ir más lejos- de mérito. Psicosis 2 llegó en 1983, en efecto -y una tercera llegaría poco después-, manteniendo en su trama el mismo salto temporal y en sus resoluciones efectistas escenas idénticas, o muy parecidas, a las del original Hitchcock -el cuchillo de cocina de Perkins, la ducha, el motel no faltan a la cita, naturalmente-, dando poco margen a la innovación y mucho homenaje.Con todo, Psicosis 2, el regreso de Norman es una secuela digna, mucho más satisfactoria de lo que cabría esperar, entre otras cosas por el entusiasmo y cierta frescura impuesta por los muy cinéfilos guionista, Tom Holland, y director, el australiano Richard Frankhn.

Del resto de la programación -que completan Loca por el circo, vehículo idóneo para que Teresa Rabal desgrane sus infantiles canciones, y Don Nadie, costumbrista crónica de un bello pueblo irlandés- destaca Eréndira, la delirante, barroca fantasía de Ruy Guerra escrita por Gabriel García Márquez a partir de su propio cuento.