_
_
_
_

La mayoría de los presos de El Puerto I toma la cárcel

La práctica totalidad de los reclusos del centro penitenciario El Puerto I, en El Puerto de Santa María (Cádiz), se amotinaron ayer después de que funcionarios y efectivos policiales abortasen un intento de fuga de un grupo de presos del módulo I. Los amotinados, más de 300 de los 374 internos del centro, según UGT, mantenían retenidos a primera hora de la madrugada de hoy al menos a 14 funcionarios, y han amenazado con "una verdadera masacre" si se intenta algo contra ellos. Una dotación de los GEO formada por 24 agentes llegó a mediodía al lugar y mantenía posiciones en el centro.

Más información
Motines continuos

Los incidentes comenzaron en torno a las diez de la mañana cuando un grupo de siete reclusos vio frustado su intento de fuga por la intervención de los funcionarios y de los agente: que custodian el centro. Los internos habían aprovechado la apertura una puerta por la que debía entrar a los módulos un fontanero que acudió para efectuar unas reparaciones. Este grupo inicial, al ver que no prosperaba su acción, consiguió reducir a dos funcionarios, a los que amenazaron con pinchos de fabricación casera, y logró acceder al centro de la prisión, donde abrieron todas las celdas. La práctica totalidad de los internos se sumó al motín.Entre los cabecillas de la revuelta figuran los reclusos Francisco Ortiz Jiménez, Ángel Zamoro Durán, y Antonio Malla Martos, que ya participaron hace dos años en un motín en la cárcel de Málaga, durante el que Ortiz Jiménez mató a un policía. Estos internos también organizaron un motín en el mismo penal de El Puerto I en abril de 1988.

Los presos accedieron entonces a los talleres del centro, donde se armaron con palos, herramientas y objetos de hierro, aunque no cuentan con armas de fuego. Al menos 19 personas, entre funcionarios y personal laboral de El Puerto I que se encontraban en el interior del centro, fueron retenidos por los amotinados. A media tarde fue liberada la médico de la prisión, María Camacho. Sobre las once de la noche, fueron liberados cuatro funcionarios como muestra de buena voluntad después de que las autoridades desmintiesen que los reclusos estuviesen bajo los efectos del alcohol y las drogas de la enfermería. Los sublevados habían expresado su malestar y rechazo a una información en ese sentido difundida por una emisora de radio.

El resto de los secuestrados continuaba retenido a medianoche de ayer en distintos puntos del centro. Familiares de algunos de los funcionarios apresados pudieron mantener una conversación telefónica con ellos en la que manifestaron que no se habían producido agresiones.

'Cócteles molotov'

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

A primera hora de la tarde, los sublevados asaltaron la enfermería de la cárcel, donde recogieron botellas de alcohol con las que han fabricado cócteles molotov. En ese momento, los reclusos habían tomado casi toda la cárcel, informa Diego Narváez.

Minutos después de iniciarse el motín, la prisión fue rodeada por un fuerte contingente de efectivos de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía, mientras un helicóptero sobrevolaba continuamente el recinto. Sobre las 16.30, una dotación de los GEO formada por 24 agentes llegó a la cárcel en un helicóptero del Ejército de Tierra desde su base en Guadalajara que aterrizó en la base de Rota, cercana al centro. Los geo tomaron inmediatamente posiciones en el interior de la prisión, aunque no habían intervenido al cierre de esta edición. A última hora de la tarde los efectivos policiales fueron reforzados.

El Gobierno Civil de Cádiz hizo público un comunicado en el que señala que los amotinados son presos comunes, con lo que descarta la participación en los hechos de los siete miembros de ETA que están internados en esta prisión.

Los participantes en la revuelta reclamaron la presencia de un inspector de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias ya que no consideraban como interlocutor válido al director de la prisión, Eduardo Roca. Sobre las siete de la tarde llegó al lugar el inspector general de prisiones, Juan Fernández, quien llevaba las negociaciones con los reclusos. Los amotinados han presentado al inspector una tabla de reivindicaciones en la que solicitan una serie de mejoras en las condiciones del centro, tabla que no se había hecho pública a medianoche. Otro comunicado del Gobierno Civil señalaba que las negociaciones continuaban a las 22.30 horas.

Un portavoz de la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) manifestó ayer su malestar porque el mismo grupo de reclusos "se había amotinado en abril del año pasado, y la administración reconoció que había fallos en la seguridad, que siguen sin ser corregidos". Este portavoz agregó que el 23 de mayo un funcionario previno al director del centro de que se preparaba un motín.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_