"Ricos e influyentes"
"Es una actitud insolidaria de unos señores ricos e influyentes". El alcalde de Alcobendas, el socialista José Caballero, ve así el intento segregacionista de algunos vecinos de El Soto y La Moraleja. El equipo de gobierno no da su brazo a torcer. Los partidos políticos, PSOE, CDS y PP, le apoyan. Caballero aduce un amplio abanico de razones.
Razones históricas, porque en las urbanizaciones están dos de los símbolos tradicionales del pueblo: la ermita de la patrona y el cementerio.
Económicas, porque el Ayuntamiento perdería su capacidad recaudatoria y lesionaría la calidad de los servicios públicos. De las urbanizaciones de El Soto y La Moraleja sale, por ejemplo, el 40% del total que el municipio recauda en concepto de contribución. Además, el nuevo Ayuntamiento debería asumir cargas importantes: Un 20% del funcionariado -240 millones anuales- y la parte correspondiente de los intereses de los créditos ya pedidos.
Sociales, porque el nuevo municipio no podría, dado su reducido tamaño, prestar algunos servicios. Urbanísticas, porque El Soto y La Moraleja conforman un nucleo no diferenciado, unido al casco urbano a través de una zona industrial. La separación rompería el equilibrio del término municipal.
Por último, razones políticas como ésta: "El Ayuntamiento quiere que se acabe con la prepotencia de los ricos y prevalezca la opinión de la mayoría, aunque no sea influyente", afirma el alcalde.