Los madrileños consideran más sano llevarse bien con la familia que hacerse revisiones médicas

A los madrileños no les gustan las revisiones médicas. Hacer deporte o ejercicio físico está descartado para la mayoría. El sexo sí pero... Lo que los vecinos de la capital entienden como hábitos saludables no está relacionado con nada de lo anterior. Lo principal para estar sano es cuidar la higiene personal y estar a buenas con la familia y los amigos. Éstos son los resultados de la primera encuesta sobre salud que ha elaborado la concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Madrid y que revela que uno de cada dos madrileños considera que al médico se le debe exigir más.

Desde los años sesenta no baja el índice de mortalidad en Madrid. Los vecinos de la capital se siguen muriendo en idéntica proporción de las mismas enfermedades. "Los datos demuestran que la pura aplicación de la medicina científica no sirve para hacer descender el índice de mortalidad", explica Cristina García, socióloga de la concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Madrid. "Son necesarias otras medidas no estrictamente sanitarias. La mejora de los hábitos de vida son esenciales".El Ayuntamiento se ha gastado 10 millones de pesetas en la realización de una encuesta para conocer qué es lo que el madrileño entiende por hábitos saludables. "El objetivo era hacer un primer diagnóstico para saber dónde hay que incidir", afirma Leandro Crespo, concejal de Sanidad.

Entre las costumbres saludables, según refleja el estudio, no entran las revisiones médicas. De todos los agentes relacionados con la salud, éste es considerado el menos importante por los encuestados. Un 47%, además, opina que al médico se le debe exigir más y un 40% manifiesta tener alguna queja: "que si no te miran", "que si te recetan sin verte"...

Y eso que los madrileños están para pocos trotes. Un 36% fuma. Un 37% consume alcohol de forma regular y tres de cada 10 tienen algún problema crónico relacionado con las vías respiratorias o los sistemas cardiovascular, nervioso, circulatorio o digestivo. Dos de cada 10 madrileños acumulan dos o más de estas enfermedades.

El desinterés por las revisiones médicas crece a medida que se acumulan los vicios. Así, los fumadores declaran menor atracción por un reconocimiento que los no fumadores. Aquéllos, por ejemplo, consideran que las relaciones sexuales son más saludables que una revisión o hacer ejercicio físico.

Recetas y comprensión

Leandro Crespo considera que al médico no sólo se le piden soluciones. "Muchas personas acuden a ellos buscando comprensión, o simplemente que alguien les escuche", opina. Según la encuesta el paciente capitalino desea una relación más amistosa con los doctores y no sólo un trato recetario. Las clases populares y las personas de entre 25 y 54 años son las que peor opinión tienen de la clase médica. Un 32%. de los enfermos crónicos declaran no acudir nunca al médico.

La proporción de visitas al dentista es uno cada cuatro madrileños. La mitad va "cuando no le queda más remedio". Pero todos encuentran justificación. Las clases bajas opinan que es muy caro y las clases altas culpan a la falta de tiempo. Éstas, además, son las que declaran tener más pánico al dentista.

Lo que la población entiende por hábitos saludables varía según la edad y la posición social. La clase alta considera prioritario el disfrute en el trabajo y el ejercicio físico. Los mayores de 45 años piensan que hay buena salud con una adecuada alimentación y suficientes horas de sueño y los que tienen entre 25 y 44 años destacan la relación afectivo-sexual.

Los malos hábitos también encuentran justificación. Los fumadores aducen exceso de horas de trabajo. Los bebedores, todo lo contrario. Buena parte del millón de madrileños que fuma tiene entre 15 y 34 años, siendo los trabajadores de jornada continua, los profesionales liberales y los dependientes los más fumadores.