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LAS CONSECUENCIAS DEL FRACASO DE LA FUSIÓN

'Los Albertos' denuncian ante el Banco de España presuntas irregularidades de gestión en el Central

Los cinco consejeros de Cartera Central -que posee el 12,5% del capital del Banco Central- abandonaron ayer una reunión del consejo de la entidad iniciada a las once de la mañana, una hora antes de la junta de accionistas, a la que no se presentaron "para no enrarecer aún más el ambiente", según un portavoz del grupo. Un día antes, Cartera Central había presentado un informe al Banco de España en el que denuncia presuntas irregularidades de gestión en el Banco Central. Alfonso Escámez, por su parte, afirmó al término de la junta que estaría dispuesto a recolocar en el mercado las acciones de Cartera Central.

Alberto Aleocer interrumpió ayer en la reunión del consejo del banco Central, sobre las 11. 15, el informe del presidente del banco, Alfonso Escámez, acusándole de derramar calumnias e infundios. "Ya está bien de falsedades. Ésta es una situación que no podemos admitir", habría dicho Alcocer, provocando la inmediata retirada de la reunión de Romualdo García Ambrosio, Álvaro Alepuz, Alfonso Alcocer y Alberto Cortina, que completan el quinteto que desde enero de 1987 ha presionado como un ariete sobre la estructura de gestión del banco.A la salida de la reunión -eran las 11.20- García Ambrosio apuntó a la diana que formalmente habían omitido durante todo este tiempo. "Nos vamos porque el señor Escámez no quiere consejeros, quiere súbditos", dijo ante los periodistas y las cámaras de televisión, añadiendo que "nos vamos porque de verdad hemos perdido la confianza en el señor Escámez como presidente de este banco y de este consejo". La voz cantante de este drama dijo, además, que Cartera Central mantendría su inversión en la entidad y que cuando cambie la gestión será una entidad con clarísimo futuro".

Lo cierto es que los cinco consejeros, dimisionarios al renunciar a intervenir en la junta de accionistas, reconocieron de hecho la posibilidad de que se les impidiera el uso de la palabra y que se generara una verdadera batahola en una junta de accionistas donde era notoria la presencia en masa de los empleados del banco hoy accionistas de la entidad a una escala sin precedentes en las entidades de crédito españolas.

"Revelar a los gestores"

Un portavoz de Cartera Central dijo sobre las dos de la tarde a EL PAÍS que "de intentar una colaboración hemos debido pasar a atacar directamente a la gestión. Fueron 16 meses de espera y de negociación, y no se han cumplido por parte de la gestión del banco ninguno de los compromisos adoptados. Ahora se trata de buscar la vía de relevar a los gestores".El viernes, Cartera Central presentó al Banco de España una carpeta con las irregularidades que en su opinión han cometido los gestores de la entidad, y de las cuales los dimisionarios del consejo no quieren "corresponsabilizarse", tal como señala la carta entregada ese mismo día al consejo del Central. Las irregularidades se centran en la magnitud de la autocartera del banco, la recolocación de paquetes de la entidad -la colocación entre empleados y empresas participadas, así como sociedades instrumentales-, el cumplimiento de los complementos de coeficientes y los mecanismos contables a los que se ha apelado para ello, el nivel de saneamiento de la entidad que cuestionan, las operaciones irregulares a las que se han opuesto y la documentación sobre la actuación de consejeros del banco que han hecho prevalecer su situación de control para fines personales. La fuente que detalló estas reclamaciones no quiso profundizar en ninguno de los puntos, pero dijo que no eran "acusaciones infundadas o una mera enunciación de infracciones".

Por su parte, Alfonso Escámez afirmó al término de la junta de accionistas que "el Banco Central no puede comprar las acciones de la entidad que posee Cartera Central porque ello implicaría la generación de autocartera; sin embargo, sí estamos dispuestos con mucho gusto a colocar en el mercado esos títulos si Cartera Central nos lo solicitara". Con estas palabras, Escámez, ofrecía su puente de plata al grupo de los Albertos para que abandonen definitivamente la operación de Cartera Central.

La salida del grupo de los Albertos fue interpretada como una "rabieta": "Yo creo que recapacitarán y no pasará nada. En mi caso no tengo nada contra ellos, a los que conozco desde hace muchos años, pero si hubiera un ataque por parte de Cartera Central, trataremos de defendernos", aseguró el presidente del banco.

Alfonso Escámez se presetó ante la junta a las 12 de la mañana con una representación equivalente al 75% de los accionistas del Banco Central y al 70% del capital de la entidad. La junta fue abierta con un total de 211.300 accionistas presentes o representados y una propiedad de 72,320 millones de títulos, equivalen al 73,25% del capital total del Banco Central.

Asimismo, el presidente del Banco Central superó sin grandes dificultades los planteamientos de algunos accionistas minoritarios que, a título particular tomaron la palabra en la junta para criticar a los actuales gestores en una serie de intervenciones más o menos identificadas con la posición de Cartera Central. Otras críticas minoritarias se levantaron en contra de Cartera Central.

Posteriormente, en el consejo de administración celebrado tras la junta, Epifanio Ridruejo, hasta ahora consejero director general de la entidad, fue nombrado consejero-delegado del Banco Central. Hasta ahora, Ridruejo representaba al Central como consejero delegado en el BECC Holding, SA. Junto al nombramiento de Epifanio Ridruejo, también, fueron ratificados los nombres de las personas que componen el consejo y la comisión permanente del Banco Central, en un intento de cohesionar el equipo de gobierno tras la dimisión de los representantes de Cartera.

Resultados del banco

El Banco Central obtuvo unos beneficios antes de impuestos al término del ejercicio 1988 de 41.873 millones de pesetas, lo que representa un incremento en términos absolutos de 9.691 millones de pesetas sobre los obtenidos un año antes, y del 30,11% en valores relativos.Los productos derivados de la actividad financiera, que incluyen los procedentes de la inversión crediticia, de la cartera de valores, de servicios y de otros conceptos relacionados con la gestión patrimonial, ascendieron en 1988 a 291.322 millones de pesetas, con un crecimiento de 18.854 millones y un 6,92% en relación al ejercicio precedente.

Los costes financieros, por su parte, totalizaron 160.432 millones, con un descenso del 0,66% sobre los de 1987, con lo que el margen financiero del Banco Central (diferencia entre productos y costes financieros) se situaron en 130.890 millones de pesetas, es decir, 19.915 millones más que en 1987.

La entidad que preside Alfonso Escámez generó unos recursos brutos totales de 91.820 millones, con un descenso de 3,51%, mientras que las amortizaciones y provisiones sumaban los 49.947 millones, un 20,7% menos que en 1987.

Una vez deducida la previsión para el impuesto sobre sociedades por 10.245 millones de pesetas e incorporado en remanente del ejercicio anterior, el beneficio neto obtenido por el Banco Central se situó en 31.650 millone de pesetas, de cuyo importe se distribuirán 15.823 millones a pago de dividendos (175 peseta por acción) y 15.825 millones a reservas.

El grupo financiero consolidado del Banco Central, integrado por un total de 33 sociedades alcanzó un resultado de gestión de 45.599 millones de pesetas, frente a los 36.421 millones obtenidos en 1987.

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