La abstención quita escaños a los grandes y se los da a los pequeños
La abstención registrada en las elecciones de ayer para el Parlamento europeo (casi la mitad del censo no votó) ha originado una notable pérdida de sufragios de los grandes partidos, y esto ha rebajado el listón para que los grupos minoritarios puedan alcanzar escaños: algunos de ellos lo han logrado sin apenas llegar al 2% de los sufragios, al operar en su favor la regla D'Hont, aplicada sin exigencia de porcentaje mínimo de votos. Un muestreo del instituto Demoscopia para EL PAÍS y la Cadena SER refleja que las tres formaciones mayoritarias (PSOE, PP y CDS) tendrán ahora menos representantes en Estrasburgo, mientras que todas las candidaturas nacionalistas, dos de partidos ecologistas y el empresario José María Ruiz Mateos consiguen enviar diputados al Parlamento de Estrasburgo. Izquierda Unida (IU) es la única formación de ámbito estatal que aumenta sus escaños.
El muestreo está basado en el recuento del total de papeletas de una mesa de cada uno de 200 colegios electorales seleccionados con criterios representativos. Los datos describen un descenso electoral de los socialistas (de 28 pasan a 26), pero algo menos pronunciado que el que registran los porcentajes del PP y el CDS. Los dos partidos que han pactado para relevar a los socialistas del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid no parecen haber recogido frutos positivos de esta actuación. Y ello a pesar de que su principal oponente, el PSOE, ha cedido terreno. El espacio que dejan los socialistas ha sido recogido en parte por IU.
Datos coincidentes
Los datos del muestreo de Demoscopia coinciden en líneas generales con el avance facilitado anoche confidencialmente por el Gobierno a algunos partidos, si bien en este caso al PSOE se le dan 27-28 escaños.La pérdida del CDS (de 7 pasa a 5, según coinciden esas dos fuentes) constituye quizá el dato más llamativo. Este partido centrista había ido incrementando su presencia institucional desde que fue creado por Adolfo Suárez en 1982, y ésta es la primera vez en que disminuyen sus escaños respecto a una elección anterior.
Otra característica de estas votaciones viene dada por el éxito de los grupos minoritarios y los nacionalistas.
Entre los grupos minoritarios, la candidatura del empresario fugitivo José María Ruiz Mateos constituye la mayor novedad, puesto que supera el 4% de los votos emitidos y tiene opción a dos escaños. Las candidaturas Verdes Ecologistas y Lista Verde pueden alcanzar igualmente un puesto de europarlamentario cada una. Santiago Carrillo (Partido de los Trabajadores de España) fracasa en su intento de ser eurodiputado.
Todos los grupos nacionalistas consiguen representación. Así, pueden obtener un escaño Herri Batasuna (Txema Montero), Europa de los Pueblos (Carlos Garaikoetxea), Partido Andalucista (Pedro Pacheco), Izquierda de los Pueblos (Juan María Bandrés) y Coalición Nacionalista (Jon Gangoiti). A estos grupos nacionalistas se suma Convergéncia i Unió, que mantiene sus tres parlamentarios.
En el caso de los nacionalistas vascos y andaluces, el porcentaje de votos no llega al 27. En estos comicios no se precisa alcanzar un porcentaje mínimo de sufragios para entrar en el reparto de escaños, exigencia que sí fue establecida para las elecciones generales (un 3%) y las territoriales (3% o 5% según las autonomías).
La ausencia de ese tope acarrea que, al aplicarse la regla D'Hont para establecer la proporcionalidad, los restos de las sucesivas divisiones a que se someten los votos de los grandes partidos son, a partir de un determinado número de operaciones, menores que la suma total de los votos de cada partido minoritario. Este mecanismo otorga a éstos la posibilidad de obtener escaño cuando la abstención causa una lógica rebaja mayor de los votos obtenidos por las grandes formaciones: los sufragios totales de un pequeño partido compiten, pues, con el resto número 24, por ejemplo, de un partido mayoritario; y la reducción global de los votantes les da oportunidad de superarlo.
Efectivamente, las elecciones para el Parlamento de Estrasburgo no han despertado en los españoles un gran interés, a tenor del índice de participación registrado, el más bajo de la actual democracia española. En las anteriores votaciones de eurodiputados (junio de 1987) la participación llegó al 68,93%, tal vez porque se elegían también los representantes políticos de 8.000 ayuntamientos y de 13 Parlamentos autónomos, instituciones todas ellas más próximas a la vida cotidiana de los electores. No obstante, la participación registrada en España es la segunda mayor de las cinco naciones que votaron ayer, después de Irlanda (donde se celebraban a la vez elecciones generales).
Los resultados serán dados a conocer oficialmente en la noche del domingo, una vez que se hayan cerrado todas las urnas europeas. El margen para celebrar las elecciones era el comprendido entre el jueves 15 y el domingo 18. Cinco países votaron ayer (Holanda, Reino Unido, Irlanda, Dinamarca y España) y los otros siete lo harán el domingo (Italia, RFA, Grecia, Francia, Luxemburgo y Portugal).
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