La alternativa de la izquierda

Estamos intentando, con toda la seriedad posible, hacer llegar al electorado las propuestas de Izquierda Unida (IU) para Europa, hacerle partícipe de la importancia que comportan estas elecciones, tanto en lo que se refiere a las opciones y problemas europeos como en lo que alude al reflejo en la política interna.La preocupación fundamental de IU con respecto a Europa es, en primer lugar, el espacio social.

Nosotros estamos a favor de un mercado único, en la medida en que pensamos que éste puede crear la base económica para una Europa política del mañana, pero, al mismo tiempo, estamos porque ese mercado único vaya acompañado indisolublemente de medidas sociales que se habrán de manifestar en dos campos: en la armonización de las condiciones jurídicas laborales en el conjunto de Europa y en un programa de incremento de la protección social para el conjunto de los trabajadores europeos, de suerte que progresivamente se vayan igualando las condiciones de éstas.

Sin este tipo de medidas sociales, el mercado único puede crear unas tensiones insoportables.

Unión política

En segundo lugar, IU también concede una gran importancia a los temas de la unión política europea. De otra forma, la Comunidad puede quedar limitada a una zona de libre cambio, configurada a la medida del capital. Europa debe tener una dimensión política cada vez mayor, lo cual significa necesariamente una reforma de los tratados.

El tercer punto sería la contemplación y desarrollo de esa Europa con un menor peso político y en algunos casos marginal, como son la política territorial, de transportes, investigación y, finalmente, la política de desarrollo.

La solidaridad europea, no solamente en su interior, sino comprometida también con el Tercer Mundo: deuda externa, cooperación, diseño de políticas europeas que no perjudiquen a otras menos desarrolladas, como en el caso de la agricultura, etcétera, conforma el cuarto apartado.

El otro tema central de nuestra campaña lo constituye la reforma democrática de la Comunidad, es decir, la puesta a punto necesaria que confiera mayores poderes al Parlamento Europeo.

En términos de política interna, ¿cómo pueden influir estas elecciones?

Creo que de una manera decisiva, y razones hay para ello. Por ejemplo, en relación con el mapa político que en nuestro país quedará diseñado con las elecciones de 1986, se han producido cambios muy significativos en la sociedad española que deben repercutir en el voto. Ha existido por medio un 14-D, la demanda insistente del giro social, el enfrentamiento entre sindicatos y Gobierno, los pactos de la derecha.

Después de todo esto, es lógico pensar que el mapa político español es algo muy diferente de lo que muestra la fotografía que representa al Parlamento de 1986.