Anchos de vía

El artículo titulado Ingenieros de Renfe cuestionan el cambio de ancho de vía por cuestiones técnicas, aparecido el 29 de mayo pasado, puede inducir al lector poco informado a conclusiones no del todo ciertas. Para evitarlo expondré seis pros frente a los contras más desorientadores.

1. Frente a los ingenieros de Renfe que se oponen, también estamos los que lo consideramos vital para estar menos en un extremo de Europa. Si además de estar en la punta mantenemos los obstáculos, bien vamos.

2. Cuando no hay números publicados en revistas técnicas es lícito creer que con el sistema de ejes de ancho variable el transporte internacional de mercancías sería menos costoso. Pero los partidarios del cambio opinamos lo contrario.

3. Creer que el sistema Talgo de rodadura desplazable ha resuelto el problema es una opinión lícita. Pero también lo es suponer que los 20 minutos inevitables de las operaciones de cambio de ancho hacen que las capitales españolas estén en TGV, a 300 kilómetros por hora, 100 kilómetros más lejos de Europa.

4. El elevado coste del cambio depende de la rapidez en hacerlo. En el número de julio de 1988 de la revista Rail International hay un método que, a base de hacerlo en 40 años, limita el coste a cinco millones (de 1986) por kilómetro; más o menos, el 1% del presupuesto de Renfe.

5. El problema de los 3.000 o 25.000 voltios en la catenaria es ajeno al ancho de vía, aunque se lo quiera mezclar. También es de fácil solución, y no es otra que la que debió ya haberse tomado en 1965 con la electrificación de Castilla.

6. Las graves dificultades que se le plantearán al usuario en el curso de la readaptación están evaluadas en el artículo de Rail International citado en unos dos millones de pesetas por kilómetro, equivalentes a un aumento promedio del 2% en el coste del billete. Esta frase quiere decir que se considera que, en promedio, el viajero medio pagaría un 2% más para ahorrarse las molestias. Evidentemente, hay que usar un promedio, pues siempre habrá quien pagaría 1.000 pesetas para no hacer un trasbordo y quien haría tres para ahorrarse 50 pesetas.-