"La gestión del Central es manifiestamente mejorable"

, Pregunta. ¿Cuál es la posición de Cartera Central en el Banco Central, y concretamente respecto a Alfonso Escámez, tras el fracaso de la fusión con Banesto, y de cara a la próxima junta de accionistas?

Respuesta. Nosotros pensamos que Alfonso Escámez es un persona muy válida, que lleva muchos años en banca y que, en fin, conoce muy bien el Banco Central, tiene un equipo formado allí. Por eso, lo único que pretendemos después de la inversión que hemos hecho es colaborar ¿De qué manera? Nosotros siempre hemos permanecido en las empresas donde hemos entrado, jamás hemos vendido nuestras acciones. Lo que siempre pretendemos en todos los consejos de administración es reconocer las cosas que se han hecho bien pero también señalar lo que consideramos negativo o que se puede mejorar. Pero las señalamos con ánimo de trabajar en equipo

P. ¿Pero cuál es su estrategia inmediata en sus relaciones con el consejo de administración del Banco Central?

R. Pretendemos poder llegar a un entendimiento con Alfonso Escámez y con el Banco Central que nos permita -aparte de estar bien representados en el consejo- ir vinculando allí a nuestra gente, ya que disponemos de unos profesionales fenomenales dentro del grupo. ¿Con qué espíritu? Pues para que, integrados con el equipo de Escámez, podamos tirar del banco para arriba todo lo que sea necesario. Nuestro espíritu es de trabajo. La gestión del Central es manifiesta mente mejorable, puede ser uno de los bancos más eficientes y rentables del país, y hoy no lo es.

P. Y esperan que realmente mejore ese entendimiento?

R. En todas las empresas don de participamos no ha habido casi cambios. Siempre hemos aprovechado a toda la gente y las posibilidades que hemos encontrado. No hemos tocado a nadie en los consejos de administración ni pretendemos entrar "como un elefante en una cacharrería". Lo único que pretendemos en el Banco Central es inte grarnos en el banco.

"No soy banquero"

P. Es decir, que...

R. Nosotros, por ejemplo, en el Banco Zaragozano ni mi primo [Alberto Cortina] ni yo quisimos ser consejeros. ¿Por qué? Porque entendimos que el Zaragozano necesitaba unos profesionales para mejorar el banco. Yo no sé una palabra de banca, vamos. Lo único que puedo hacer en un consejo de administración, bajo el punto de vista empresarial, es aconsejar y dar mi opinión sobre los negocios y la rentabilidad del dinero. No soy banquero ni lo voy a ser.

P. ¿Cartera Central, pues, no tiene un candidato para la presidencia del Banco Central?

R. No.

P. ¿Para qué contrató Cartera Central a Miguel Boyer? ¿No fue para sustituir a Escámez en un futuro?

R. ¡No, no, no! Nosotros no conocíamos a Boyer, aunque lógicamente sabíamos lo capaz que es. Cuando abandonó la política tuvimos un par de conversaciones con él y le expusimos nuestras carencias y la idea que acariciábamos respecto a algún tipo de apertura de nuestro grupo al exterior, de cara a 1992.

P. ¿Sólo para eso? ¿Y para más cosas, no?

R. ¡Claro! Nosotros sabemos de negocios, sabemos de temas profesionales, pero no tanto de política económica. Piensen que él es un hombre muy preparado en ese terreno, y para nosotros sus consejos y sus opiniones son muy válidas.

P. ¿En ningún momento han pensado en la sustitución de Alfonso Escámez?

R. No, y él lo sabe. No hemos querido y no queremos otra cosa que trabajar con Escámez y su equipo para que el banco vaya lo mejor que sea posible. Pretendemos sumar y no restar, y creo que nuestra inversión estable en un porcentaje tan importante como el que tenemos en el Central es ya una aportación al banco, a sus directivos y a sus accionistas.

P. Entonces, ¿a lo único que aspiran es a mejorar la gestión de la entidad?

R. Como ya he comentado a algunos consejeros del banco, el Central es una barca. Alfonso Escámez tiene que ser el timonel, él debe tener sus remeros y yo debo tener los míos. Porque si unos remeros reman a un lado, y los otros al otro lado, eso no funciona. Lo que quiero es que todos rememos en una dirección, con su presidente, y que esa barca vaya cada vez mejor. Pero para remar en la misma dirección tenemos que discutir opiniones, hablar de política de banca, hablar de política de negocios, tenemos que trabajar en equipo.

P. ¿Y qué ocurrirá si no se consigue el entendimiento entre las dos partes?

R. Creo que si no nos entienden en un mes, nos entenderán en dos. La primera obligación de un accionista es saber cómo está su inversión, cómo se la manejan, si está bien representada, cómo va la gestión de ese banco o de cualquier negocio... Antes o después entenderán.

"El que vende acaba"

P. ¿En ningún caso renunciarían a permanecer como accionistas del Central?

R. Yo suelo decir que "el que compra gana y el que vende acaba".

P. ¿Es compatible su presencia en dos bancos competidores como Zaragozano y Central?

R. Es evidente que ambas son entidades de muy diferente dimensión y filosofía. Dados nuestros criterios empresariales, esa diversidad está perfectamente asumida. Nosotros creemos que cada empresa debe funcionar con absoluta autonomía. Nuestro grupo cuenta con dos empresas destacadas en la construcción que son competitivas entre sí y gozan de total autonomía.

P. Ustedes siempre criticaron el proyecto de fusión con Banesto.

R. No estoy a favor ni en contra de las fusiones de manera general. Creo que es algo muy complejo, que requiere mucho estudio, mucha generosidad y mucho talento. Nosotros no fuimos consultados sobre la fusión a pesar de que por la importancia de nuestra inversión éramos los más afectados. Esta fusión, en concreto, no la vimos clara desde el primer momento, y no nos opusimos con más intensidad porque atendimos los argumentos de interés general que nos plantearon.

P. ¿Volvería a repetir la experiencia de crear Cartera Central?

R. Si fuera de la misma forma en cómo se hizo y cómo se negoció, por supuesto.

P. ¿Y aunque ello volviera a suponer un enfriamiento de las relaciones con Ramón Areces?

R. Eso no es así. Ramón Areces es una persona a la que estoy sumamente agradecido, porque, entre otras cosas, a mí me ha enseñado a trabajar en equipo. Y nosotros nunca hemos roto los lazos de unión con El Corte Inglés. Nosotros somos amigos personales de todo su equipo.

P. Pero El Corte Inglés dio la representación de sus acciones a Escámez.

R. Les debió pasar desapercibida a ustedes una nota oficial de El Corte Inglés en la que se explicaba que sistemáticamente envían, de oficio, la representación de las pequeñas participaciones a los presidentes de cada compañía. Pero aquella anécdota fue instrumentalizada entonces por alguna persona del Central.

P. ¿Y en qué medida ha influido en los planes de expansión del grupo Construcciones y Contratas el pago de 42.000 millones de pesetas a KIO por su parte en Cartera Central?

R. Nosotros teníamos estimado desde antes de firmar el contrato que en el plazo de unos años -prudentemente fijamos cinco años- podíamos asumir sin endeudarnos toda la operación. Así ha sido, y ahora tenemos pendiente completar el pago a KIO en 1993. El tema no es motivo de preocupación especial ni requerirá endeudamiento.

P. Ustedes, sin embargo, habrán tenido que diseñar previamente una estrategia de crecimiento para el grupo.

R. Construcciones y Contratas es una empresa consolidada, que tiene ya casi 50 años, que ha ido ampliando sus actividades. Lo que hicimos estos últimos 15 años fue invertir en nuevas actividades lo que la empresa ganaba. Nuestras inversiones más destacadas (Valderrivas, FOCSA, Zaragozano, COFIR, Torre Picasso...) las hicimos antes de 1986, que es el año en el que empieza a producirse un cambio claro de tendencia en la economía española. Nuestro grupo no es resultado del boom de estos últimos tres años, sino que estaba ya hecho antes. Me hace gracia cuando dicen que el grupo vale no sé cuántas decenas de miles de millones. No es cierto, no lo vale porque no se vende.