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LA REVOLUCIÓN ISLÁMICA, DE LUTO

Los líderes iraníes cierran filas para garantizar la continuidad del régimen

, Hay que tener corazón de piedra para que estos días no se te ponga la carne de gallina en Teherán. El duelo de gran parte del pueblo iraní no ha terminado con el entierro alucinante, el martes, del imam Jomeini. En la universidad de Teherán y en sus alrededores volvieron a repetirse ayer las delirantes escenas de dolor colectivo. La ocasión la dio una gran ceremonia funeraria en la que los líderes iraniés aparecieron juntos y en aparente buena armonía.

Alí Jamenei, 49 años, promovido al rango de ayatolá al mismo tiempo que al de la guía de la República islámica de Irán, estaba muy serio dentro de un turbante negro. Era un hombre de rostro enjuto y consumido por una barba hisurta de, sal y pimienta, que guardaba largos silencios meditabundos. A su vera en un primer momento de la ceremonia, el lampiño hoyatoleslam Hachemi Rafsanjani se mostraba más relajado, casi sonriente. El presidente del Parlamento, comandante de las fuerzas armadas y único candidato por el momento a la presidencia de la República, de 54 años de edad, sigue siendo el aspirante mejor colocado a dirigir políticamente la antigua Persia.Estos dos hombres estaban sentados en un tapiz sobre un estrado. Enfrente tenían otra alfombra con ejemplares del Coran, flores y dátiles. La ceremonia había comenzado hacía un buen rato y llovía plomo derretido sobre el campus de la universidad, cuando a la tribuna presidencial llegó Ahmed Jomeini, de 42 años, hijo del fallecido imam y una de las grandes incógnitas del futuro. Como correspondía a su papel de pariente principal del difunto -la viuda y las hijas de Jomeini rezaban en el lado reservado a las mujeres-, Ahmed, turbante negro y capa marrón, tenía rostro de circunstancias.Estaban también todos los demás dirigentes iraníes conocidos internacionalmente, salvo el ayatola Hussein Alí Montazeri, 66 años, antaño sucesor del imam, defenestrado el pasado marzo por criticar la violación de los derechos humanos en la República islámica. Estaba el primer ministro, el jefe de los pasdaranes o guardias revolucionarios, el presidente del Tribunal Supremo y todos los clérigos, civiles y militares que mandan en Irán.

Sollozos y cánticos ritules

También estaban las masas, como en los buenos tiempos de la revolución islámica, un océano negro, donde descollaban el blanco de los turbantes y las barbas dejos dignatarios religiosos ancianos. En un rincón, en compacta falange, los uniformes pardos y verdes de los pretorianos del régimen islámico.Los oradores sesucedían ante el micrófono para salmodiar texto del Corán o cantar las virtudes del líder fallecido. Sus palabras levantaban irreprirnibles sollozos entre los hombrones barbudos, la muchedumbre coreaba los cánticos rituales en nombre de dios contra Estados Unidos e Israel. En el exterior de la universidad se apiñaba también una muchedumbre que hacía llegar hasta Jamenei, Rafsanyani, Ahmed Jomeini y los demás dirigentes su estupor y su pena por la muerte del imam. Un helicóptero sobrevolaba el lugar.

La presencia en el acto funerario de ayer de todos los líderes iraníes, destinados según los analistas occidentales, a acuchillarse un día de estos, probó la voluntad de todos ellos para cerrar filas por el momento para garantizar la continuidad del régimen. En Teherán hoy parecen tener poco eco los mensajes de la oposición en el exilio, sean los del hijo del antiguo Sha, del ex presidente Abolhassan Bani Sadr o los Muyahidin Jalq. Las autoridades iraníes, eso sí, esperan de estos últimos una campaña de atentados terroristas y multiplican las medidas de seguridad. En cualquier caso, Teherán no es una ciudad bajo estado de sitio y toque de queda y nacionales y extranjeros se mueven con absoluta libertad.

Ahora el discurso que emite la República islámica de Irán es unitario. Se subraya el grandioso referéndum que significa el entierro de Jomeini. Se sobrevaloran los conocimientos del islam de Jomeini y se dice que, unidos a su experiencia política, dan el retrato del guía ideal Se afirma que el propio Jomeini en sus últimos tiempos, al ser preguntado tras el cese de Montazeri por su sucesor, dijo: "Para qué preocuparos Tenéis a Jamenei".Pero lo que impresiona ahora en Teherán es la espesa muchedumbre de hombres barbudos en camisas negras o mujeres embozadas con el chador, que se golpean con las palmas de las manos la cabeza y el pecho. Están embriagadas de dolor, caen desmayados por el calor y la asfixia o presas de irreprimibles ataques de histeria. Al mediodía de ayer, .en sólo cinco minutos ocho hombres se derrumbaron de este modo en la calle Enguelav (Revolución).

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Las gentes gritaban: "Oh, signo de Dios, no nos dejes solos" y "Ojalá, imam, que tú vivieras y nosotros estuviéramos muertos". Un herido de la guerra del Golfo, un joven de poco más de veinte años que andaba sobre un carrito de ruedas, dijo ayer: "Antes estaba dispuesto a morir por nuestro líder. Ahora, que lo hemos perdido, no veo ninguna razón para seguir viviendo". El inválido expresó en dos frases toda la historia del shiísmo.

Copia del testamento

[La agencia oficial de noticias Irna informó ayer que la copia original del testamento de Jomeini, escrito por éste en 1982 y revisado en 1987, será depositado en la tesorería del Santo Lugar del imam Reza. Dicha tesorería es un museo en el que se depositan los documentos islámicos y manuscritos originales del Corán. Una copia del escrito fue entregada a la Asamblea de Expertos].

[Por otra parte, según Radio Teherán, varias personas murieron y más de 10.000 resultaron heridas -entre ellas, 483 hospitalizadas- a consecuencia de los empujones y los movimientos de las masas producidos durante las ceremonias de plegarias y funerales por el imam Jomeini celebradas los pasados lunes y martes, informa France Presse. Según un primer balance de la agencia de noticias Irna, los muertos fueron ocho y más de 500 los heridos en celebración de las plegarias].

[Citando fuentes responsables de los servicios de seguridad, la radio iraní ha precisado que, "a pesar de las precauciones y de las medidas de seguridad adoptadas por las autoridades, varios de los fieles resultaron muertos"]

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