¿Qué pasa en Cangas?

Deficientísima e injustificable la información servida por EL PAÍS el pasado día 3 sobre los sucesos de Cangas. Deficientísima por parcial en el doble sentido de la palabra, porque cuenta unos hechos aislados de toda una trayectoria de varios años que los explican y porque sólo los cuentan desde una parte, desde una óptica, la del alcalde y del PSOE: la historia oficial.E injustificable porque un periódico de tan voluminosos medios como EL PAÍS no puede ser desconocedor (y de hecho no lo es) de lo que viene ocurriendo. En todo caso es una total falta de profesionalidad la toma de posición que se hace no sólo a través de la información, sino del desafortunado editorial en que se condena a todo un pueblo sin oírlo, mientras se ensalza en la última página la firmeza y las aficiones culturales del alcalde.

Y aunque es cierto que EL PAÍS se hizo eco de los conflictos en algunas ocasiones, sin una información que narre los datos anteriores y explique todo lo ocurrido, sin el contrapunto de las voces de la oposición, se comete un fraude a los lectores.

Porque la personalidad y los hechos del alcalde de Cangas son bien conocidos de todos los gallegos.

El PSG-EG lleva denunciando desde hace dos años ante el Gobierno Civil y la XUnta las numerosas infracciones que el alcalde comete. Y una y otro, cuando no dieron la callada por respuesta, pergeñaron evasivas y nos remitieron a los tribunales. Cito algunos hechos significativos: denegación a los concejales de la oposición del acceso a la documentación municipal, privación a éstos del derecho a voz y voto en sesiones, no celebración de los plenos obligatorios, negativa a rendir las cuentas municipales desde hace años, etcétera.Y el culmen fue la disolución total de la vida municipal por decreto (con cierre de todos los servicios municipales, incluida la policía, el 21 de septiembre de 1988, en un hecho sin precedentes en el Estado). Por supuesto, responsabilizó como causantes a los concejales de la oposición. Y a todo esto, los concejales de la oposición pasaron reiteradamente por todos los juzgados a denuncia del alcalde. Igualmente, docenas de vecinos. Multas, agresiones verbales, amenazas: ése es el lenguaje del alcalde.

Y el panorama se completa con la destrucción urbanística y la especulación, las sospechas de corrupción, el endeudamiento municipal, el clientelismo y el enchufismo a través de la contratación de hiJos, cuÑados, primos y demás familia del alcalde y concejales del PSOE, con sueldos desmesurados en algún caso.

En un municipio de 23.000 habitantes se manifestaron unos 15.000 el 7 de mayo de 1988 y lo volvieron a hacer el 27 de agosto siguiente. Una huelga general paralizó el municipio el 28 de octubre, y las movilizaciones continuaron hasta ahora. Como se ve, las raíces son profundas. Y la brutal carga, policial contra la multitud pacífica e indefensa del pasado día 1 hay que inscribirla con letras de sangre en el currículo del alcalde que ustedes publican. Responsable él y responsables el Gobierno Civil y la Xunta. Y responsable su partido.

Perdone, señor director, la extensión imprescindible y el tono de indignación, que expresa el sentimiento de los cangueses ante unas informaciones que han hecho un grave daño a nuestra reputación. La reputación de un pueblo que desde hace muchos meses se viene manifestando pacíficamente y sólo salta cuando es provocado y pisoteado hasta lo insostenible- . Miembro del Consello Nacional del Partido Socialista Galego-Esquerda Galega (PSGEG).