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Reportaje:ELECCIONES EUROPEAS

Viajando por el centro

Adolfo Suárez y José Ramón Caso, en busca del voto europeísta

Ángel S. Harguindey

Salida: 13,30 horas. Puerta de Alcalá. Un autobús nuevo, lujoso y de dos pisos. La canalla, arriba. Abajo, el staff de la campaña. Todos se conocen. Hace días que canalla y staff comparten carretera, hoteles, mítines y ruedas de prensa. El CDS tiene, además, el atractivo de que su líder -el presidente, como le llaman sus correligíonarios- es un aficionado al mus. José Ramón Caso, secretario general y número uno de las listas al Parlamento Europeo, no puede por menos que ser otro aficionado a las cartas.En la primera etapa de la nueva fase electoral falta Adolfo Suárez: se quedó en Madrid para grabar una de las intervenciones de televisión. "Antes, cuando no teníamos ni un duro, se grababan en las propias dependencias de TVE. Ahora ya no, afortunadamente" comenta Caso. Y cabe pensar que si por un espacio de televisión es preferible que el líder se quede en casa ¿qué ocurrirá cuando estén en pleno funcionamiento las televisiones privadas, cuando todas las emisores busquen enganchar al mayor número posible de espectadores a base de debates, buenas entrevistas y todo aquello que los serviles directivos de TVE no se atreven a permitir montar a sus redactores ... ? Las campañas, lógicamente, cambiarán de estilo y los desplazamientos enloquecidos de los cabezas de lista serán mucho más selectivos.

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La comitiva pasa por Calatayud. Nadie mira por la ventanilla, en realidad nadie despega la mirada de las cartas, el parchís, el libro o sus propios recuerdos. También es verdad que son pocos los lugareños que miran al autobús. Ni una sola referencia a la Dolores, es más, probablemente el 70% de la población de la villa ni siquiera sepa quién era. El ambiente que se respira en la parte superior de¡ autobús es exactamente el mismo que el que se respiraba en la antesala del presidio del filme Primera Plana: mucho humo, muchas cartas y, sobre todo, mucho escepticismo lo que no impide el que todos y cada uno de los profesionales cumpla escrupulosamente con su deber.

Entre los expertos el CDS tiene fama de ser partido de aluvión, de recoger a los más balas perdidas de otras formaciones políticas y sin embargo sus discurso político en la campaña al Parlamento europeo es coherente, agresivo y progresista. Hay datos objetivos irrebatibles: los líderes del PSOE aluden con mucha mayor constancia y frecuencia al CDS que a sus teóricos enemigos naturales, el PP, lo que encaja mal con la simple enumeración de fuerzas parlamentarias.

José Ramón Caso piensa que el CDS irá sólo a las próximas elecciones generales. "Lo contrario son mensajes que se lanzan desde distintas posiciones pero que no tienen nada que ver con la realidad. Aspiramos a poder desarrollar en solitario nuestro propio programa electoral. Otra cosa muy distinta, claro, es lo que pueda pasar después de unos resultados electorales en los que ningún partido alcance la mayoría absoluta. Entonces se podrá hablar de alianzas, pactos, etcétera, pero no antes, insisto, de unas elecciones generales que -como todo el mundo sabe- nada tienen que ver con las europeas".La llegada a Zaragoza, dentro de¡ programa previsto, tiene un pequeño toque berlanguiano y no tanto porque el CDS local reciba a su secretario general con bombo y platillos, que no lo hace, como porque la llegada de los emisarios -cualquiera que sean estos- con la buena nueva es recibida con sonrisas y expectación, además de algunos fotógrafos. Rueda de prensa en un hotel que pese haberse cambiado de nombre está indisolublemente ligado a buena parte de la retina de los españoles como el lugar en el que estuvo a punto de incinerarse un sector importante de la familia del anterior Jefe del Estado.Las preguntas, pese a que la intención de Caso es la de tender hacia temas europeos, surgen muy entroncadas a la actualidad inmediata: los pactos municipales y autonómicos, uno de los leitmotiv de la campaña y tema estrella, además del de los sobornos. "Tenemos acuerdos municipales con el PP y con el PSOE", se informa, "y por supuesto no nos negamos a ninguna de las varias posibilidades de acuerdos postelectorales. De hecho el partido socialista se ha aliado en temas tan importantes como los presupuestos o la táctica sobre política social parlamentaria tras el 14-D con el PP y aquí nadie se ha rasgado las vestiduras".El otro gran tema estrella, el de los sobornos, encuentra tanto en José Ramón Caso como en Adolfo Suárez una explicación coincidente y sencilla: el problema comienza cuando el señor Leguina anuncia públicamente que ha puesto un precio al diputado Piñeiro al afirmar que mejoraba cualquier oferta de la competencia. Era una subasta pública que iba a ganar alguien que no estaba dispuesto a dejar de administrar 220.000 millones al año de forma directa, y varios cientos de miles más que giran a su alrededor. Y aquí Caso llega al cenit de su controlada furia ya que es más bien relajado y tranquilo: "Miren ustedes -añade- bastaría que se pusieran de acuerdo cinco personas: Felipe González, Fraga, Suárez, Anguita y quizá Pujol, y que acordaran no aceptar el modificar la situación del poder con ningún voto de diputado tránsfuga para que el problema quedara definitivamente olvidado. Pero para que creamos sinceramente en los propósitos éticos del señor González -tan preocupado por los efectos dañinos del proceso- tendrían que dimitir, cuando menos, los señores González Laxe y Leguina, que se mantienen en el poder por el apoyo de maniobras impresentables".

Público y privado

El himno de Aragón, escuchado con veneración y sin que nadie lo cante porque para ello haría falta llegar a la potencia pulmonar de Miguel Fleta, por citar a un oriundo, entronca con los primeros oradores locales. 800 personas en el teatro. Los decorados de tamaño humano, la megafonía absolutamente impecable. Es el primer mitin o acto colectivo que asiste quien esto escribe en el que no chirrían los micrófonos. Los primeros oradores van calentando el ambiente hasta que interviene el número uno. Un discur

Viajando por el centro

so ya conocido -resulta muy difícil cambiar todo el tono de un día para otro- eficaz, resaltando las deficiencias de los servicios públicos y, sorprendentemente, las diferencias del PSOE y el CDS se acentúan pero desde perspectivas que, en teoría, están intercambiadas: el centro reivindica y defiende la calidad de los servicios públicos mientras que los socialistas tienden hacia la privatización -consciente o no- de los mismos servicios, desde sistemas de correos hasta asistencia sanitaria, universidades y un amplio etcétera. Aplausos, flamear discreto de banderas partidarias y la tienda del merchandasing que no merece la pena ni siquiera el que haga balance. El testimonio queda en las chapas y banderitas. El resto está en el corazón de un público heterogéneo y entregado de antemano. "Y si como dicen continuamente votar al CDS es votar a Fraga, nosotros podemos decir que votar al PSOE es votar a Piñeiro, a Barreiro o a los grandes especuladores". Atrona la sala.California en La Rioja

El hotel acoge a los cansados expedicionarios lo que no excluye el que los más hiperactivos decidan tentar la suerte de un congreso de enfermeras de óptica. La mañana siguiente, entre Zaragoza y Logroño, permite al viajero tener la sensación de encontrarse en California, una visión fugaz pero consistente: las ventanillas muestran viñedos por doquier -como Falcon Crest- y en los altavoces del vehículo suenan Motels y Pretenders. Nueva rueda de prensa; nuevas preguntas sobre los pactos, idénticas respuestas. Y así un día tras otro. Pequeños cambios sobre la marcha, basados más en los ataques ajenos que en la modificación de los análisis generales, "de las condiciones objetivas" como gustan de decir quienes trabajaron determinados manuales en su juventud. En Pamplona, al salir del hotel donde se desarrolló una nueva rueda de prensa, en donde se aludió a la vergonzante alianza del PSOE con la Unión del Pueblo Navarro en la Diputación y el Ayuntamiento, y en donde se dieron los abrazos y palmoteos de rigor con los comités locales, una enorme pintada -en castellano-, alejada de los discursos habituales sobre amnistía o represión, explica perfectamente el sentimiento sincero de quien la escribió, y con él el de todas las gentes de buena voluntad: iiiCOSITA, te qu¡ero!!!

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