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85 guardias civiles cercan Alcalá-Meco en la visita de familiares de presos 'etarras'

Un espectacular dispositivo de seguridad -85 guardias civiles- acordonó ayer la cárcel de Madrid-2, en Alcalá-Meco, para prevenir nuevas agresiones contra los visitantes de los presos de ETA. La fuerza policial alejó a unas 15 personas, algunas de las cuales eran policías de paisano que decían ser compañeros de los agentes asesinados por ETA ante esta prisión. Este grupo profirió insultos contra los visitantes y realizó una pintada que rezaba ETA, HB, hijos de puta. Sólo se permitió la visita de familiares, no de amigos. El eurodiputado de HB Txema Montero, que viajó con las familias de los presos, advirtió sobre la posibilidad de una espiral de violencia si vuelve a producirse una agresión.

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