_
_
_
_

Carteles electorales de Solidaridad invaden Varsovia

, Las calles de Varsovia presentaban ayer un aspecto insólito, cuajadas de carteles electorales de Solidaridad, dos días antes de los primeros comicios polacos en los que la oposición disputa al partido comunista parte de los escaños de la Cámara baja y la totalidad del Senado. Las elecciones, que durante cuatro décadas fueron un trámite sin interés para los polacos por saberse predeterminados sus resultados, acaparan un máximo interés y son el principal tema de conversación. La Unión de Estudiantes Polacos incluso ha organizado una quiniela oficial con premios para quien acierte el porcentaje de escaños que lograrán los candidatos oficiales y los de la oposición.

Los resultados de estas elecciones, sin precedentes en el Este de Europa desde 1949, son más que inciertos. Sólo se tiene la certeza, según datos del régimen y la oposición, de que la participación será superior al 80% del censo. En las elecciones locales del pasado año la participación fue del 56%, según datos oficiales.Junto al Parque Saski en el centro de Varsovia, donde en los primeros años de la década, tras la implantación de la ley marcial, se libraban violentas batallas entre la policía y manifestantes, ondean tres grandes banderas del sindicato independiente sobre la gran oficina electoral del "Comité Cívico de Solidaridad".

Las elecciones, fruto del acuerdo en la mesa redonda entre el régimen y la oposición, sólo son parcialmente libres. En el Sejm, la Cámara baja, el 65% de los 460 escaños, recaerá sobre candidatos oficiales y sólo el 35% será objeto de disputa libre. En una fase de transición como la que atraviesa Polonia, la oposición se avino a este acuerdo como precio por la legalización de Solidaridad.

Segunda ronda

Se trata de una garantía de estabilidad hacia unas elecciones totalmente libres en 1993. No obstante, también en el 35%. del Sejm que será disputado entre Solidaridad y los candidatos oficiales, los polacos podrán demostrar sus preferencias políticas. Por otra parte, los nombres de los candidatos oficiales de la lista al 65% prefijado podrán ser tachados por los electores y de no conseguir el 50% más un voto, deberán esperar a la segunda ronda electoral, que se celebrará el próximo 18 de junio.

El Senado contará con 100 miembros libremente elegidos y es en esta cámara donde se espera quede demostrada la representatividad de las fuerzas políticas polacas. La Prensa oficial ya ha adelantado que espera un 75% de senadores de Solidaridad frente a un 25% de los candidatos oficiales.La primera campaña electoral real en la historia de la Polonia de posguerra ha demostrado que el partido comunista tiene más dificultades que la oposición en adecuarse a esta nueva situación predemocrática. En los carteles de propaganda de los candidatos oficiales no aparece su militancia en el partido, cuando se da. En las calles de Varsovia no se ve ni un solo símbolo del Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP, comunista). Los varsovianos bromean diciendo que el POUP acaba de pasar a la clandestinidad. Es perceptible la consternación de algunos sectores del aparato del partido ante la posibilidad real de perder parte de un poder que creía ya poder monopolizar para siempre y sus tentaciones de: recurrir a viejos métodos. Un programa electoral de Solidaridad fue prohibido por la dirección de televisión por "atentar contra el espíritu de la mesa redonda". No obstante, dos veces al día, la oposición ha podido hacer propaganda electoral. El acceso regular de la oposición a la televisión estatal en un estado socialista en el este de Europa demuestra, pese a todos los reveses, que Polonia se halla ante una nueva era política.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_