Refutar, no 'falsar'
Es asombrosa la confusión que viene sembrando entre los lectores los colaboradores de EL PAÍS el superfluo y abstruso neologismo falsar, inventado supuestamente para traducir el verbo falsify de los textos del pensador Karl Popper escritos en idioma inglés. Este autor no inventó nada cuando escribió que una hipótesis científica debe ser refutable, es decir, verificable. Para los hispanohablantes, un asunto tan claro se ha convertido en un desatino con pretensiones de profundidad, viéndonos ahora crucificados con una palabreja que, naturalmente, no existe en otros idiomas- Hernán Rodríguez-Campoamor.
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