La denunciante del escándalo del padrón asegura que le ofrecieron informaciones confidenciales por tres millones

Angelina Gómez Rueda, cuya declaración ha originado una investigación policial para aclarar la supuesta sustracción y venta fraudulenta del padrón municipal, ha declarado que no quiere "hacer daño a nadie", sino denunciar la presunta corrupción existente en el Ayuntamiento o en otras instituciones de la Administración. Angelina Gómez aseguró que Luis Alda Martín, titular de una empresa de informática, le ofreció el acceso a los datos confidenciales del padrón a cambio de tres millones de pesetas.La Brigada Judicial investiga la posible implicación de algún funcionario municipal.

La denuncia de Angelina Gómez Rueda ha supuesto una auténtica convulsión en las empresas de mercadotecnia y publicidad directa, ya que muchas de ellas basan su trabajo en informaciones relativas a la edad, el estatus, los estudios y la profesión de los ciudadanos. Pero estos datos, que figuran en el padrón, son difíciles de conseguir por afectar a la intimidad de las personas. (véase EL PAÍS del día 24).Angelina Gómez Rueda, presidenta de Unidad Centrista-Partido Español Demócrata, se presenta como cabeza de lista de su grupo en las próximas elecciones al Parlamento Europeo. Profesionalmente es gerente de Angoru, "una modesta empresa de publicidad directa", según dice ella misma.

El pasado día 7, la denunciante entregó en el Ayuntamiento un soporte magnético que supuestamente le había sido facilitado por Luis Alda Martín, responsable de la empresa ACM Informática y Comunicación. La cinta informática era una especie de muestra para demostrarle a Angelina Gómez que ACM estaba en posesión del padrón de Madrid, según ha manifestado ésta, que niega que pagase dinero para poder disponer de este anticipo de la mercancía.

La directiva de Angoru, junto con los responsables del Centro Municipal de Informática (Cemi), comprobó en el Ayuntamiento que el soporte que le entregó Alda "era una exacta reproducción del padrón".

Gómez Rueda ha declarado: "Luis Alda me ofreció la venta del padrón de Madrid. Pedía tres millones de pesetas a cambio de facilitármelo limpio y preparado para que mi empresa pudiera empezar a utilizarlo. Pero si lo quería sin descodificar, el precio era sólo de un millón y medio".

Ante una situación que ella consideró injusta, la gerente de Angoru se presentó en el Ayuntamiento y exigió que le entregaran el padrón de Madrid. "Dije que no pretendía perjudicar a nadie", explica ahora, "pero añadí que yo quería ser igual que cualquier ciudadano y que no consiento que haya una persona o una empresa que goce de privilegios". Después explicó quién era el supuesto privilegiado y facilitó las pruebas que tenía en su poder sobre este asunto.

La corporación municipal presentó una denuncia ante el Juzgado de Instrucción número 3, donde presentó copia de un albarán en el que figura que la empresa de Alda entregó a la de Angelina Gómez varios miles de etiquetas con el nombre y el domicilio de niños con edades comprendidas entre ocho y diez años, residentes en Madrid, Bilbao, Murcia y Andalucía. El importe de cada una de estas etiquetas -destinadas a ser pegadas en sobres para envíos de publicidad- era de tres pesetas, "un precio bastante razonable", según Angelina Gómez Rueda.