Involución

ES DIFICIL saber lo que hay de verdad o fantasía en los proyectos involucionistas descubiertos casualmente por la policía en poder de un ex dirigente de Fuerza Nueva hoy ligado a la asociación pronazi Cedade. El asunto, en cualquier caso, exige una investigación y no puede despacharse sin más con una somera valoración policial, en gran medida exculpatoria. En la documentación hallada existen demasiados datos como para que puedan ser exclusivo producto de un ensueño sin el más mínimo contacto con la realidad. Tampoco queda clara la aparentemente extraña intervención en el asunto de un comandante del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), organismo encargado fundamentalmente de prevenir el golpismo y la involución, sobre todo cuando tiene todos los visos de haberse producido con la finalidad de rescatar al detenido de manos de la policía.En el oscuro mundo de los servicios de información es frecuente que las cosas no sean como aparecen y que la divisoria entre lo legal y lo ilegal sea tan tenue que no resulte fácil su distinción. Pero cuando el azar hace que alguna de estas situaciones surja a la luz es obligado dar una explicación convincente e investigar hasta el fondo lo ocurrido. Cerrar los ojos ante este tipo de asuntos o echar tierra sobre ellos equivale a alentar a cuantos puedan albergar todavía alguna esperanza en maquinaciones contra el régimen democrático, en unos momentos, además, en que la utilización interesada por estos sectores de casos de corrupción en la clase política puede crear un caldo de cultivo especialmente apropiado para sus intentos.