Chávez Mena teme por la continuidad del proceso democrático en El Salvador

"La polarización política supone un grave riesgo para el proceso democrático en El Salvador", declaró recientemente en Madrid a EL PAÍS Fidel Chávez Mena, candidato democristiano derrotado en las elecciones presidenciales celebradas en el país centroamericano el pasado mes de marzo. Chávez Mena realiza una gira europea para recabar la solidaridad internacional" y evitar un retroceso democrático o que se produzcan represalias contra la oposición a partir del 1 de junio próximo, cuando Alfredo Cristiani, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), asuma la presidencia de El Salvador.

En opinión del dirigente democristiano, Arena "ha adquirido su legalidad, pero ahora tiene que conquistar su legitimidad". "Se trata de una fuerza política que nació en contra de algo; ahora debe demostrar su legitimidad con sus acciones, lo cual permitiría consolidar el proceso democrático salvadoreño", afirma Chávez Mena que para explicar ese binomio Legitmidad-legalidad recurre a la historia europea: "Hitler obtuvo la legalidad, mejor dicho la utilizó para conquistar el poder, pero jamás consiguió legitimarse".Chávez Mena, abogado y profesor de 48 años de edad, espera que Arena no cumpla su programa electoral, "muy duro y combativo" en lo que se refiere al restablecimiento de un diálogo nacional que ponga fin a, una guerra civil que ha costado ya 70.000 muertos.

"La guerrilla apostó abierta y públicamente por el triunfo de Arena por considerarla su enemigo de clase, mientras nosotros somos sus enemigos ideológicos. En su estrategia consideran que es más fácil combatir al enemigo de clase que al ideológico". Así explica la actitud de la guerrilla Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), que boicoteó activamente las elecciones del pasado mes de marzo, perjudicando gravemente, en su opinión, las posibilidades del triunfo democristiano en las elecciones.

Oposición firme

Chávez Mena preside la comisión especial creada en la democracia cristiana salvadoreña para reorganizar y revitalizar sus filas con "el fin de mantener una firme y democrática oposición" a partir del relevo en la presidencia salvadoreña. "Nuestra misión será fortalecer el proceso democrático y defender los logros en el terreno de las libertades y los derechos humanos conseguidos en nuestro mandato", afirma el dirigente democristiano.Durante su estancia en Madrid ha tenido contactos con dirigentes del Partido Popular y del Partido Socialista Obrero Español, así como con altos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores. Las etapas precedentes de su gira europea fueron Holanda y la República Federal de Alemania, donde mantuvo encuentros con representantes de la Internacional, Socialista y de la Internacional Democristiana.