La Caja de Madrid abrirá 341 oficinas en los próximos cuatro años, 50 de ellas en Cataluña

La Caja de Ahorros de Madrid abrirá en los cuatro próximos años un total de 341 oficinas, de las que 54 serán en la Comunidad de Madrid, 50 en Cataluña y el resto en las capitales de provincia y principales poblaciones del país, según se recoge en el plan de expansión de la entidad que preside Jaime Terceiro. La segunda caja de ahorros de España quiere contrarrestar el efecto de una mayor competencia de entidades extranjeras, instaladas o no en España, y deja la expansión exterior en un horizonte a más largo plazo.

La expansión de la red de oficinas fuera de la comunidad autónoma de origen, una vez que el Gobierno le ha dado luz verde, junto con el desarrollo de una corporación financiera creada hace nueve meses, son los dos puntos principales de la estrategia de una entidad que, aparte de mantener un pulso de crecimiento con la Caixa, a la que supera en recursos ajenos si se restan los provenientes de la actividad aseguradora, pretende competir con la banca en el segmento de particulares.La Caja de Madrid, que en estos momentos cuenta con una red de 819 oficinas, similar a la del Banco Popular Español, de las que 561 están en Madrid, 120 en Cataluña, 90 en Castilla-La Mancha y 14 en Castilla y León, pretende contrarrestar la mayor competencia que va a originar la expansión de otras cajas de ahorros en su zona de actuación, según ha señalado Jaime Terceiro.

La plaza de Madrid va a constituir el objetivo prioritario en la expansión de otras cajas de ahorros que hasta ahora tenían prohibido su acceso, con lo que es previsible que se produzca una saturación que la Caja de Madrid pretende combatir consiguiendo una cobertura nacional mediante la elección de aquellos municipios que, de acuerdo con un criterio económico, puedan ser considerados como de mayor potencial crecimiento y de cuenta de resultados. La Caja de Madrid incluye, dentro de su modelo de expansión, una alusión clara para completar su presencia en la Comunidad de Castilla-La Mancha penetrando fundamentalmente en las provincias de Cuenca y Albacete.

Según el plan de expansión diseñado, se persigue reforzar la implantación en Madrid con objeto de "al menos mantener la actual cuota de mercado. La red tendrá una dedicación a la empresa y podrá desarrollar actividades de banca universal pero centrada en clientes de renta media y media alta".

Los aspectos concretos de la estrategia de productos se perfilarán con arreglo a las características socioeconómicas de cada una de las nuevas zonas, según se desprende de los estudios de mercado de que la caja dispone. "A corto plazo, la actividad de las nuevas oficinas será básicamente de colocación, para lo que se requerirá fondos captados por la red original.

Pero a medida que pase el tiempo la captación de fondos en la propia zona reducirá su dependencia. Esta evolución necesita, por tanto, estar respaldada por el diseño de una red que favorezca la captación de pasivo, dice el plan.

Libertad de expansión

Las cajas de ahorros pueden diseñar los planes de expansión geográfica que estimen oportuno en base al Real Decreto 1.582/1988 de 29 de diciembre, que supuso la derogación de la normativa (artículo 7 del Real Decreto 1.370/1985) que limitaba para las cajas de ahorros el principio de libertad de expansión dentro del territorio nacional.La Caja de Madrid, junto con el amplio programa de expansión, aborda el desarrollo de su corporación financiera, instrumento con el que ha entrado en los mercados financieros no netamente bancarios tales como negocio hipotecario, seguros, factoring, etcétera. Al frente de la corporación la Caja de Madrid está José María García Alonso.

Las participaciones industriales de la entidad seguirán creciendo aunque nunca será un objetivo prioritario ni estratégico para la Caja de Madrid, que los mantendrá de modo testimonial.