El buen divorciado

Soy una mujer divorciada, con tres hijos y casada de nuevo. Ambos maridos son excelentes personas y no se parecen en nada al prototipo que tan frecuentemente sale en artículos de la Prensa.Hay mujeres y hombres buenos y mujeres y hombres malos; por tanto, no es justo elaborar un patrón tipo. Yo no creo haber sido tan afortunada que haya dado con los dos únicos ejemplares de varón honestos del país. Por otra parte, creo que el hombre cuando es malo puede ser muy malo, pero la mujer cuando es mala puede ser muy zorra, que es peor.

Estoy absolutamente de acuerdo que hay casos que deben ser severamente castigados, pero cada caso es distinto, y por desgracia en esto también hay picaresca.

Hay mujer buena maltratada y abandonada con hijos pequeños y sin recursos a la que hay que ayudar y defender con todos los medios. Hay mujer acostumbrada a levantarse a las once de la mañana para la cual es impensable trabajar y que se vale de los hijos para conseguir una buena pensión para seguir en su ocio.

Hay mujeres obtusas que no queriendo reconocer que no hay nadie perfecto, llegado el caso y cómodamente achacan todo al marido y persiguen desaforadamente una pensión para los ni¡los, cuando lo que persiguen es una venganza ruin.

Sigue otro tipo de mujer, despechada, que sin hijos ni cargas familiares de ningún tipo y pudiendo trabajar y con bienes propios, alega que lo que quiere es .chinchar" y que el marido debe pagar "por los servicios prestados" (varios casos conocidos). Mientras la mujer sea capaz de actuar y expresarse así, mientras las señoras letradas feministas (que últimamente proliferan como setas) tengan como objetivo primordial machacar al hombre divorciado (malísimo siempre), mientras los jueces de las últimas hornadas arropen a las señoras letradas en estos temas, creo yo sin conocimiento de causa, porque hace cuatro días dejaron el destete y en el caso de Cataluña por su ignorancia en muchos casos del Derecho Civil catalán, va a seguir luciéndonos el pelo como hasta la fecha.

Pronto dejaremos de ser un país machista para ser totalmente feminista. No tenemos remedio. Siempre estamos en un extremo, no hay manera de estar en su punto.

Aclaro que mi opinión sólo afecta al tema del divorcio y sus pensiones. Lo dicho, una mujer digna que ve al hombre como un compañero, no como un cheque al portador, rompe una lanza a favor de los hombres divorciados buenos.-