A favor de Israel
Durante estos últimos meses, litros de tinta han corrido hablando del problema árabe-israelí. Litros de tinta, y todavía nadie, absolutamente nadie, ha podido poner solución a tal conflicto. Desearía ser neutral, pero no puedo.La intifada y todo lo que ella implica ha manchado de sangre el nombre de Israel, un nombre manchado desde hace años por el simple motivo de que viven judíos en él.
El pueblo israelí tiene culpa, no quiero negar esto, pero no solamente el pueblo israelí es el culpable. Egipcios, sirios y jordanos también cuentan con palestinos en sus territorios y nadie dice nada sobre ellos. Cuando Israel ataca todo el mundo se queja. Cuando atacan los otros todo el mundo se calla. Quisiera dar un breve ejemplo: en el año 1970 los jordanos mataron a más palestinos que los que mató Moshe Dayán en 1967. Otro dato: en 1971 los beduinos de Hussein mataron a 3.600 palestinos. Pero el mundo calló ante tal brutalidad. Israel mata a un palestino y es primera página de todos los diarios; Hussein mata a 3.600 y sale reseñado en las últimas páginas y medio escondido.
El problema palestino no es nuevo, pero parece como surgir de las cenizas cada cierto tiempo. En palabras de un árabe, "los
palestinos forman un grupo distinto entre los árabes y no se sienten en su elemento en los países árabes vecinos'.Tendríamos que ser más críticos con todos los países vinculados en Oriente Próximo y no cargar las tintas siempre hacia el mismo sitio. Israel es lo suficientemente importante para el mundo, y esto, dejando aparte todos los líos políticos, es lo que tiene que prevalecer.-
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