Las repúblicas del Báltico desafían al poder central soviético

Las repúblicas del Báltico desafían al poder central soviético al aprobar una serie de leyes tendentes a obtener la independencia económica. Estonia aprobó el pasado jueves una serie de leyes que persiguen dar a esta república el control total sobre su economía. Por su parte, el Soviet Supremo de Lituania aprobó una serie de enmiendas a la Constitución. Concretamente, establece el concepto de ciudadanía lituana.

Entre las enmiendas se reforma el artículo 70 de la Constitución, que en su nueva versión estipula que en Lituania rigen sólo las leyes aprobadas por el Parlamento local o mediante un referéndum. En cuanto a las leyes de la URSS y otras disposiciones jurídicas de los órganos estatales centrales, regirán en el territorio lituano sólo después de ser ratificadas por el Soviet Supremo de Lituania. En la práctica, esto significa el derecho a vetar las leyes aprobadas por el Parlamento soviético.En noviembre del año pasado, una resolución semejante fue adoptada por el Parlamento estonio, creando una crisis constitucional. Las comisiones de leyes del Soviet Supremo de la URS S en aquella ocasión declararon inconstitucional esta resolución, pero Estonia ha mantenido el principio de la primacía de la ley estonia sobre la soviética.

El Soviet Supremo de Lituania ha aprobado también una declaración sobre la soberanía nacional de la república y una ley sobre las bases de la independencia económica con reformas similares a las planteadas por Estonia. En particular, la ley establece que los vínculos económicos con las demás repúblicas federadas se basarán en acuerdos recíprocos equitativos, pero por el momento, a diferencia de los estonios, no introducen una moneda nacional.

El plan aprobado por el Parlamento estonio permite la propiedad privada sobre la tierra y el que los extranjeros puedan tener propiedades en Estonia. Este plan de independencia económica, que debe entrar en vigor el próximo año, introduce una moneda nacional, da pleno control de la industria al Gobierno estonio y declara la propiedad estonia de Dodos, los recursos naturales que hay en su territorio.