El adiós de George Cukor

George Cukor, como John Huston, murió con sus octogenarias botas puestas. Su testamento no tiene la grandiosidad de Dublineses, pero es un filme digno y evidencia una lucidez asombrosa, amén de certificar que él era, seguía siendo, un gran director de actrices; dos actrices, en este caso, Jacqueline Bisset y Candince Bergen alejadas de su cancha y de su generación. Ricas y famosas, que así se llama la película, es la adaptación de una obra de John van Druten ya llevada a la pantalla por Vincent Sherman en 1943 con el título de Old acquaintance -no llegó a estrenarse en Espada, pero pudo verse hace años en televisión y la majestuosa presencia de Bette Davis y Miriam Hopkins. Actualizando el texto, Cukor nos presenta a dos amigas, Liz y Merry -Bisset y Bergen, respectivamente-, y su discurrir a través de las décadas -desde sus días de colegio allá por los años cuarenta hasta hoy mismo-, de las ilusiones y las frustraciones, de la an-ústad y la rivalidad profesional -escritoras ambas, el éxito y el fracaso irán turnándose en sus vidas-, etcétera. Culcor sirve una elegante puesta en escena y mima a sus actrices, probablemente en las más brillantes composiciones de sus carreras.El resto de la programación de TVE ofrece escaso interés. El cerro de los locos es una comedia española de los cincuenta con una buena dosis de optimismo hacia la juventud del momento y su triunfo social; Negocio de vacaciones, una lánguida historia de amor entre joven muchacha viuda y joven todo corazón -Jane Leigh y Robert Mitchum- con hijo por medio, y Harry el ejecutor, la tercera salida al ruedo urbano del sucio Callahan, a infinita distancia del pulso narrativo y el impacto del original.