Rechazada la moción de censura de los 'renovadores' contra Rocard
La moción de censura presentada por los renovadores de la derecha francesa contra la política europea del Gobierno de Michel Rocard fue rechazada anoche, al recibir únicamente el apoyo de 192 diputados. Para derribar al Gobierno, que cuenta con mayoría relativa, se necesitaban 289 votos. Además de los socialistas, votaron en contra los comunistas, e incluso numerosos parlamentarios del centro y de la derecha. Los tres grupos del centro-derecha suman teóricamente 263 escaños.
La votación, que se produjo a las 23.15 de ayer, confirmó que el único efecto de la moción ha sido el de ahondar las divisiones entre la oposición. Varios diputados de la Asamblea por la República (RPR) y de la Unión por la Democracia Francesa (UDF), incluidos los presidentes de los grupos parlamentarios, Bernard Pons y Jean-Claude Gaudin, respectivamente, habían anunciado que no respaldarían la iniciativa lanzada por los jóvenes reformistas, que pertenecen a ambos partidos y al Centro de Demócratas Sociales (CDS). El presidente de la UDF, Valéry Giscard d'Estaing, apoyó la censura, así como el líder del RPR, Jacques Chirac, aunque el alcalde de París criticó duramente el comportamiento de los renovadores en todo el proceso.El RPR y la UDF reprochaban a los renovadores cuestiones de fondo -una crítica maximalista a la política europea del Gobierno- y, sobre todo, de forma, al haber elegido el procedimiento parlamentario de la interpelación, que otorgaba a los reformistas de la derecha todo el protagonismo y se lo arrebataba a los aparatos de los partidos. De acuerdo con esta fórmula, fue el diputado de la Unión del Centro (UDC) Bernard Bosson quien abrió el debate y presentó la moción, en la que se criticaba la ausencia de política del Gobierno de Rocard de cara a la aplicación del Acta Unica en 1992, básicamente en enseñanza y formación, competitividad de la economía, reforma fiscal, supresión de los controles fronterizos y libre circulación de los ciudadanos. El texto reprochaba también al Gobierno socialista falta de empuje para lograr la unión monetaria europea, una política exterior y comercial común y una verdadera coordinación en el terreno de la defensa. Rocard defendió en el debate una política prudente, de paso a paso, para no crear más tensiones en la dificil construcción europea.
Color electoral
La presentación de la iniciativa el pasado da 10, a poco más de un mes de las elecciones al Parlamento Europeo, otorgaba a la moción una fuerte coloración electoralista. En realidad, se trataba de una nueva batalla en la guerra de la recomposición de la derecha. Los jóvenes reformistas -entre los que figuran Michel Noir, Alain Carignon, Philippe Séguin o Dominique Baudis- intentaban así recuperar la iniciativa después de que renunciaran a presentar una lista propia a las elecciones europeas, amenaza que no traspasó el umbral de los aparatos de los partidos políticos franceses.
La próxima escaramuza está prevista para el 24 de junio -seis días después de las elecciones europeas-, cuando los renovadores reunirán una convención en la que lanzarán su propuesta para recomponer la derecha.
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