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TERMINÓ LA 44ª EDICIÓN DE LA RONDA CICLISTA ESPAÑOLA

Pedro Delgado consumó en las calles de Madrid su segundo triunfo absoluto en una Vuelta a España

Robert Álvarez

Decenas de miles de personas agasajaron de forma desbordada a Pedro Delgado, que ayer consumó su segunda victoria absoluta en la Vuelta Ciclista a España. La última etapa sirvió de escaparate a los 143 corredores que concluyeron la prueba y protagonizaron un festivo trayecto entre las destilerías DYC de Segovia y el paseo de la Castellana de Madrid. La lucha por el triunfo de etapa en los últimos kilómetros produjo unos pocos acelerones en el pelotón. El belga Jean-Pierre Heynderickx sorprendió a los grandes favoritos, el holandés Hermans y el belga Planckaert, en el sprint final.

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Los corredores sufrieron ayer más ante la avalancha que se les vino encima una vez que atravesaron la meta que por la realización de los 177 kilómetros de recorrido. Delgado, especialmente. Rodó incluso por el suelo. A pesar de la protección policial que le escoltó de un lado a otro. En carrera ni tan siquiera necesitó protección de sus compañeros de equipo, puesto que todos sus rivales se constituyeron en acompañantes del homenaje que se le tributó.El equipo Reynolds celebró posteriormente, en un restaurante de Madrid, el triunfo y su indiscutible hegemonía en la Vuelta. El Kelme, el único equipo que mantuvo serias aspiraciones hasta el penúltimo día de la carrera para colocar a Parra en el lugar más alto del podio, se tuvo que contentar con la victoria en la clasificación por equipos. El equipo alicantino reafirmó ayer en la voz de su director Rafael Carrasco la tranquilidad de su conciencia y el balance positivo de la carrera, "porque hemos luchado hasta el final por el primer puesto. El precio ha sido que no hemos ganado ni una sola etapa, pero, a diferencia de otras ocasiones, creo que la gente sí que va a recordar durante mucho tiempo quién ha sido segundo en esta Vuelta". El corredor colombiano evitó, con su gran actuación e inconformismo, que la Vuelta se redujese a un paseo triunfal de Delgado. Ante la ausencia de casi todas las figuras internacionales del ciclismo, la carrera dependió de ese duelo que, junto a los escarceos de otros corredores colombianos, especialmente de Farfán, Vargas y Morales, y del soviético Ivanov, mantuvo su interés.

El equipo BH ocupó de nuevo un lugar secundario, más todavía que los dos años anteriores, puesto que sólo ganó una etapa, la de Los Lagos de Covadonga, gracias a Álvaro Pino. Echave fue relegado al cuarto puesto cuando antes de la etapa de Pajares mantenía serias aspiraciones de desbancar a Delgado. El equipo que dirige Javier Mínguez no acudió en plenitud de forma a la carrera y tuvo además la desgracia de no poder contar con Laudelino Cubino y que Anselmo Fuerte tuviera que abandonar a cuatro días del final.

Prueba alocada

La Vuelta volvió a disputarse de una forma alocada, aunque los grandes favoritos no dieron señales de vida durante la primera mitad de la misma. El desarrollo de los últimos kilómetros de la etapa de ayer no dejó de ser el mero reflejo de la necesidad imperiosa de varios equipos poderosos, como el Teka y el Caja Rural, de sumar una nueva victoria de etapa que compensara la falta de algún hombre que luchara por los primeros puestos de la general. La caída de Dietzen, antes de que empezara a dilucidarse la carrera, y el retraso que acumuló Lejarreta a las primeras de cambio, recortaron decisivamente las aspiraciones de ambas escuadras, que ganaron cuatro etapas cada una. El Zahor cumplió un digno papel, ganó una etapa, consiguió tener en su poder el jersey amarillo aunque sólo fuera una jornada y fue protagonista de numerosas escapadas.

El resto de las formaciones confirmó el flojo cartel que presentó la organización y pasaron prácticamente desapercibidas. El Seur y el ONCE, como el Carrera, el Malvor y el Sigma, se consolaron con un triunfo de etapa cada uno, mientras que el rendimiento del Clas, el Mavisa y el CR fue tan bajo que de no haber participado nada hubiera cambiado, al igual que otros equipos extranjeros, como el Ficasal y el Viscontea. Y es que en la participación radicó el gran defecto de la Vuelta.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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