La comunidad y el Ayuntamiento de Humanes, en pie de guerra por el 'boom' urbanístico
La batalla de Humanes está servida. El Ayuntamiento de esta localidad -que ha multiplicado por cuatro su población en los últimos años- y la Comunidad de Madrid se han enzarzado en un fuego cruzado de acusaciones con más de 1.000 viviendas e industrias supuestamente ilegales como telón de fondo. Para la Consejería de Política Territorial, Humanes es "una ciudad sin ley". El alcalde, Julio Pacheco, se siente discriminado por ser del Partido Popular. "Se me echa la culpa de actuaciones que he heredado, y encima se bloquea la revisión de las normas urbanísticas".
Humanes lleva 10 años creciendo a la sombra de localidades vecinas, como Fuenlabrada, Móstoles y Parla. En ese tiempo, su población ha pasado de 1.800 a más de 7.000 habitantes y ocupa ya la sexta posición entre. los municipios madrileños por el número de industrias.Según Jesús Morón, viceconsejero de Política Territorial, "Humanes ha crecido al amparo de la más absoluta ilegalidad. Allí impera la ley del Oeste y de la chapuza".
Julio Pacheco, 10 años de alcalde, afirma que en todo este tiempo ha intentado imponer su "sentido común" a una situación heredada de anteriores corporaciones. "Si a estas alturas no hay ley", afirma, "es porque la Comunidad no ha tenido voluntad para resolver los problemas; lo que yo no puedo hacer es dejar el pueblo paralizado".
El pueblo se rige desde 1977 por unas normas subsidiarias que, según el alcalde, "se hicieron con tiralíneas desde un despacho de Madrid sin contar para nada con el pueblo". Cuando Pacheco llegó a la alcaldía, en 1979, se topó con miles de licencias municipales concedidas desde años anteriores.
Desidia municipal
Estas licencias, según Jesús Morón, "las ha renovado el Ayuntamiento sin más, en vez le anularlas porque chocan de lleno con el planeamiento vigente". Bloques de viviendas de ocho alturas donde no debían ,superar las tres, polígonos industriales sobre suelo rústico, vertidos ilegales... La Comunidad describe Humanes como un "paradigma de ciudad sin ley".El alcalde se defiende. "Hunanes es una pequeña islita en el sur de Madrid, y las supuesas irregularidades que aquí se ian podido cometer están muy ejos de las de Alcorcón, Móstoles, Fuenlabrada... Lo que pasa es que este Ayuntamiento está en manos del Partido Popular, y hay una falta de voluntad por parte de la Administración para solucionar los problemas".
La Comunidad cuenta por decenas las actas de inspección urbanística y los requerimientos al Ayuntamiento para que paralice obras. "Que me lleven a los tribunales" afirma el alcalde. "La única, vez que lo han techo, han perdido".
Pacheco se refiere a la decisión de la Audiencia Territorial le paralizar una orden de suspensión de obras que decretó en su día la Comunidad. Según esta orden, que afectaba a 140 viviendas promovidas por Pryconsa, las edificaciones excedían en cinco plantas el máximo permitido y estaban asentadas sobre suelo rústico.
La construcción de estas viviendas siguió adelante. Al igual que otras muchas (más de un millar) integradas en varias promociones que contaban con licencia anterior a 1977 y un elevado número de instalaciomes industriales (1.500 naves en 26 polígonos) en parecida situación.
Según el alcalde, desde 1985 no se conceden apenas nuevas licencias. Según la Comunidad, se siguen levantando naves industriales sin licencia sobre suelo rústico, en competencia desleal con otros pueblos de la zona que tienen un estricto control sobre la implantación le nuevas industrias".
Julio Pacheco, afirma que él es el primer interesado en que haya una normativa urbanística definitiva en su municipio. "El pIeno del Ayuntamiento ha rechazado, ya dos propuestas de revisión que propuso la Comunidad porque pretendía calificar como rústico gran parte del suelo que ya ha sido urbanizado para viviendas e industrias.
Estamos a la espera de que la situación se desatasque de una vez por todas".
Jesús Morán ve las cosas de otro color: "Lo que le interesa al alcalde es ir ganando tiempo para consolidar licencias chapuceras y un urbanismo salvaje".
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